El ex consejero del Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg, criticó algunos puntos de lo que se está planteando como reforma electoral en el Legislativo y afirmó que, debido a la posibilidad de que se 'partidicen' los consejeros electorales, esta reforma puede significar un retroceso de 50 años, en entrevista con Joaquín López-Dóriga.
"Lo que hemos vivido desde 1977 con la primera reforma electoral de Reyes Heroles ha sid un cambio gradual, pausado, pero hay que decirlo, desde las últimas reformas, consensuado (...) Porque se están eligiendo normas para su convivencia y competencia", las cuales respondieron, a su vez, las exigencias de la oposición, que percibía las fallas del sistema.
"Volver a un esquema como el anterior al de 1977 significaría un retroceso, me atrevo a decir, de 50 años", señaló el ex consejero del IFE.
José Woldenberg, quien era consejero electoral cuando ocurrió la transición de la presidencia de Ernesto Zedillo a Vicente Fox, también expresó que a él no le gustaría que se aprobara esta reforma:
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"A mí me gustaría que esa iniciativa no pase, porque mucho de lo construido en las últimas décadas se estaría destruyendo. Y se estaría destruyendo, no para mejor, sino para crear una autoridad electoral de carácter faccioso", dijo Woldenberg.
El exconsejero concedió la posibilidad de que el número de consejeros se reduzca —a siete, como se ha planteado—, pero puntualizó que el problema es la propuesta de que los consejeros sean instituidos mediante votaciones de participación directa.
Explicó que actualmente se hace una convocatoria pública, en donde se inscriben los que creen que pueden ser consejeros. Los aspirantes son evaluados por un comité técnico, el cual está integrado por tres personas nombradas por la Jucopo de la Cámara de Diputados, dos por el Inai y dos por la CNDH. El comité arma quintetas, las cuales son votadas por la Cámara de Diputados con dos terceras partes de los votos.
La propuesta de la reforma electoral es que el jefe del Ejecutivo haga una propuesta de 20 personas; 10, la Cámara de Diputados; 10, la Cámara de Senadores; y 20 más, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
"Dicen, y este es el gancho para hacerlo atractivo, que serán los ciudadanos los elijan en una votación universal, como votamos a los legisladores, al presidente y a los gobernadores. Suena bien en primera instancia, pero hay que pensarlo en serio, ¿por qué? Porque los únicos que tienen implantación a lo largo y ancho del país son los partidos políticos", explicó José Woldenberg.
"Alguien que quisiera ser consejero y que no es conocido, tendría que pedir el auxilio de los partidos políticos, con lo cual estaríamos 'partidizando' esos candidatos a consejeros", señaló el exfuncionario.
Además, dijo, que existe un escenario posible en el que los siete consejeros electos fueran los propuestos por el presidente de la República, es decir, que probablemente estarían alineados a una posición política.
"Por eso es que tenemos que cuidar la autonomía del Instituto Nacional Electoral, porque con la nueva fórmula, eso se erosionaría para mal de todos. Es una jugada en la que todos y cada uno de los actores políticos, incluidos los ciudadanos"
"Si algo nos ha dado la estructura electoral actual es la certeza de que quien gobierna surge de elecciones, libres, transparentes y confiables y eso no es poca cosa.
Asimismo aseguró que "el presidente solo ganaría en el cortísimo plazo, a la larga acabaría perdiendo", porque el sistema político ha garantizado la alternancia y que haya escenarios para cada lado de la pluralidad.
"Si alguien cree que una autoridad facciosa, que una autoridad alineada al presidente, que una autoridad alineada a un partido puede ofrecerle al país un futuro venturoso, se está equivocando (...) con el paso de dos, cuatro años, veremos que más civilizar la convivencia política, se alentará la conflictividad", sentenció el ahora profesor de la UNAM.
Finalmente, José Woldenberg dijo que tampoco le parece bien que haya diputados plurinominales para cada estado y que no haya senadores plurinominales excluiría a fuerzas políticas en el Legislativo.
Antes del INE, las elecciones eran organizadas por la Comisión Federal Electoral, encabezada por el titular de la Secretaría de Gobernación. Fue creada en 1973, en ese órgano participaban con voz y voto representantes de todos los partidos políticos con registro.
La última elección presidencial antes del extinto IFE (ahora INE) fue aquella famosa de la caída del sistema, cuando el priista Carlos Salinas supuestamente venció a Cuauhtémoc Cárdenas y Manuel Clouthier.