Ejidatarios de Valentín Gómez Farías, en el municipio de Calakmul, Campeche —por donde pasará el Tramo 7 del Tren Maya—, acusaron que los funcionarios encargados de las negociaciones del proyecto les ofrecen 14 pesos por metro cuadrado para expropiar sus tierras; mientras que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) les pagó casi 5 veces ese monto, 65.91 pesos, hace seis años, de acuerdo con Nicolás Feldman, comisario ejidal en entrevista para Grupo Fórmula.
Los pobladores piden que se les pague, por la expropiación de la tierra, la misma cantidad que la CFE les dio por el concepto de servidumbre de paso para la ampliación del derecho de vía en 2016, sumado el incremento de la inflación.
Mientras que las autoridades de la 4T plantean ofrecer un pago de 14 pesos, los ejidatarios consideran que lo justo es alrededor de 90.86 pesos por metro cuadrado, es decir 6.5 veces más.
El comisario ejidal de Gómez Farías señaló que en las reuniones con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin), personal especial para los asuntos del Tren Maya de la Procuraduría Agraria y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se les presentó una primera oferta por 794 mil 583 pesos para una afectación de 9 hectáreas, lo que significa que buscaban pagarles 8.82 pesos por metro cuadrado.
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Ante la negativa de los ejidatarios para vender por esa cantidad, las autoridades le han planteado una oferta de 14 pesos por metro cuadrado, aunque esta propuesta se la presentarán a los pobladores de forma directa en una próxima reunión planeada para el 15 de octubre del presente año.
Nicolás Feldman acusó que además los funcionarios que representan el megaproyecto presidencial no les han desglosado el avalúo ni presentado ningún documento formal.
La oferta se compone de 722 307.60 pesos por el valor de la tierra y 72 230.76 pesos, es decir, el 10 por ciento de ese monto, por bienes distintos a la tierra, muy diferente a lo ofertado por CFE, de acuerdo con documentos mostrados a Grupo Fórmula.
La situación es similar para otros ejidos de Calakmul, de acuerdo con Feldman.
"A los ejidatarios de Becán –una localidad cercana– les estaban ofreciendo 10 o 7 pesos. Y al ejido del otro lado de Xpujil le ofrecieron primero 6, luego 9 pesos; tampoco aceptaron. A un ejido más para allá, que se llama Plan de San Luis, le ofrecieron 14. Todos andamos peleando por más o menos lo mismo, que fue lo que nos pagó CFE", señaló Feldman.
Virginia Vargas, comisaria ejidal de Xpujil, declaró a Grupo Fórmula que les ofrecieron 35 pesos por metro cuadrado. "La gran mayoría estuvo de acuerdo con el monto que se nos ofreció y que pactamos", comentó en entrevista con la reportera Andrea Meraz.
Respecto a esto, Nicolás Feldman opinó que él y otros comisarios ejidales no estaban de acuerdo con las negociaciones que se hicieron en Xpujil respecto al Tramo 7 del Tren Maya. Además de que, al principio la comisaria ejidal de Xpujil se reunía con los otros ejidatarios, pero esa comunicación fue cortada de forma radical y repentina.
Ante la pregunta expresa de Grupo Fórmula sobre si los ejidatarios de Campeche se oponían a la construcción del Tren Maya o del Tramo 7, Nicolás Feldman respondió que no se oponen y que sólo buscan que se les pague lo que corresponde; “el problema es el monto”, aclaró.
Piden que los incluyan en las actividades económicas del Tren Maya
El líder ejidal de Gómez Farías añadió que que las negociaciones y planteamientos se han dado por separado con cada comunidad y no de manera global. Y que las estaciones y paraderos del Tramo 7 han sido formas con las que se negocia con la comunidad, pues de ellas dependerían futuras entradas de ingresos para los pobladores.
Así, por ejemplo se dio un paradero a Conhuas luego de que también protestara por el monto que pretendían pagarles, señaló Feldman.
Nicolás Feldman sostiene que no han recibido información directa sobre los proyectos del gobierno federal en la zona de Calakmul y que saben que la Sedena tiene la intención de construir un hotel de 80 habitaciones, cerca del Tren Maya, que podría competir con el turismo local, sin que haya una intención explícita de incluir a la población en la toma de decisiones de dicha infraestructura, como se prometió al inicio del proyecto.
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