El 91 por ciento de las niñas, adolescentes, mujeres y usan toallas desechables para gestionar su menstruación; de las cuales el 30 por ciento indicó que en algún momento tuvieron problemas para acceder a ellas, de acuerdo con la primera Encuesta Nacional sobre Gestión Menstrual (ENGM).
Lo que indica que más de una cuarta parte de las mujeres y personas menstruantes han tenido problemas para comprar producto de gestión menstrual.
Además, el 54 por ciento del total tuvo que renunciar a un servicio básico o alimento, para comprar toallas desechables.
Mientras que apenas 4 de cada 100 mujeres conocieron de la menstruación en la escuela.
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Melisa Guerra, integrante de Menstruación Digna, señaló que esos datos forman parte de la dimensión económica y que es necesario abordar al hablar de pobreza menstrual.
En cuanto a la dimensión de la infraestructura necesaria para gestionar la menstruación, la encuesta reveló que sólo el 75 por ciento de las mujeres y personas menstruantes que estudian o trabajan fuera de casa cuentan con acceso a baño entubado; el 72 por ciento a jabón de manos y baños limpios y el 69 por ciento a papel higiénico.
“Así 1 de cada 4 mujeres no cuentan con la infraestructura necesaria para la gestión de su menstruación”, destacó la integrante de la colectiva durante la presentación de la encuesta.
Educación y gestión menstrual
Sobre la dimensión educativa, de conocimientos de menstruación y gestión menstrual, Melisa Guerra detalló que poco más de 8 de cada 10 mujeres y personas menstruantes no sabían nada, casi nada o poco cuando tuvieron su menarquia, es decir su primera menstruación.
El 70 por ciento obtuvo información de sus madres, quienes comparten los mismos niveles de falta de información.
La ENGME encontró que la escuela no es un espacio que eduque o proporcione conocimiento sobre menstruación y gestión menstrual, ya que sólo el 4 por ciento de las personas encuestadas hablaron del tema con una profesora.
El 95 por ciento de las personas encuestadas tuvieron su primera menstruación entre los 9 y 15 años. Por lo que la información pudo ser proporcionada en escuelas primarias y secundarias con conocimiento científico y objetivo, destacó la integrante de Menstruación Digna.
Sólo 4 de cada 100 mujeres buscan atención médica si tienen dolores o malestares durante su menstruación
En tanto, 1 de cada 3 mujeres y personas menstruantes tienen malestares fuertes e incapacitantes durante su menstruación. Lo que representa un problema de salud pública, sostuvo Guerra.
No obstante, sólo 4 de cada 100 mujeres acuden con médicos o especialistas para recibir atención de los síntomas.
El 30 por ciento de las personas encuestadas señalaron que algunas veces, varias veces o casi siempre dejaron de ir a la escuela cuando están menstruando. Mientras que el 21 por ciento de quienes laboran fuera de casa dejaron de acudir a sus centros de empleo.
Por ello, se restringe el derecho al trabajo y a la educación de las mujeres. Los datos anteriores forman parte de la dimensión social y cultural.
“Las ausencias agrandan las brechas de género sobre derechos humanos de las mujeres”, expresó Melisa Guerra.
La encuesta arrojó que el 88 por ciento de las personas están de acuerdo con que se otorguen permisos menstruales y el 95 por ciento con que se den productos de gestión menstrual de forma gratuita.
Adicionalmente, el 81 por ciento dijo estar de acuerdo con que los hombres tienen una ventaja por no menstruar.
Los datos de la ENGME permiten dimensionar lo necesario que es tener políticas públicas y legislación entorno a la menstruación. Igualmente es importante que se tomen en cuenta los análisis que se realizaron por cada entidad porque sirven para conocer las condiciones específicas de la población de las mujeres y personas menstruantes entorno a la gestión menstrual.
La integrante de Menstruación Digna mencionó que se deben crear programas que atiendan los sectores de la población que están fuera de la educación básica y se debe combatir la pobreza menstrual.
“Exigimos menstruación digna en México ya”, enfatizó Melisa Guerra.