Aunque ya terminaron las fiestas decembrinas, aún queda una celebración pendiente y es el Día de Reyes, donde las familias mexicanas vuelven a tener un pretexto para reunirse y partir la popular rosca.
Tradicionalmente es cada 6 de enero cuando se parte la Rosca de Reyes, día en que se descubre quién comprará los tamales el próximo 2 de febrero, con motivo del Día de la Candelaria.
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La fecha elegida es para recordar el encuentro de los tres reyes magos con el niño Dios, en tanto que su hora suele variar, pues hay quienes prefieren hacerlo en la mañana tras la llegada de los regalos, mientras que otros optan por la noche.
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El origen de la rosca se remonta a inicios de la Edad Media en países como Francia y España, donde se utilizaba como símbolo del día de la Epifanía, es decir, cuando los Reyes Magos se encontraron con el niño Dios, guiados por una estrella.
En México esta tradición llegó durante la conquista española, que introdujo la religión católica en el país, llevando esta celebración a festejarse cada 6 de enero.
Se dice que su forma ovalada representa el infinito amor de Dios, mientras que otros aseguran que se debe a las coronas de Melchor, Gaspar y Baltasar, en tanto que los ingredientes que la decoran simbolizan las piedras preciosas que en ellas había.
Respecto a las figuras colocadas en su interior, éstas representan el día en que el niño Dios fue escondido del rey Herodes, quien ordenó asesinar a todos los niños menores de dos años debido a la profecía en la que se mencionaba que llegaría el fin de su reinado.