Nacional

POLÍTICA

Erupción en Tonga: Biólogos mexicanos narran cómo vivieron la explosión

Los 2 mexicanos que se encontraban en Tonga se disponen a volver a México luego de la explosión causada por un volcán submarino que los tuvo bloqueados desde el 14 de enero.

Los mexicanos atrapados en Tonga ya regresan a México.Créditos: Especial
Escrito en NACIONAL el

Tras abandonar el Reino de Tonga, luego de su aislamiento por la erupción volcánica del pasado 14 de enero, los biólogos y buzos profesionales Leslie Nava y Olaf Santillán afirmaron que “lo que vivimos es algo superdiferente, nunca nos imaginamos vivir algo así, escuchar algo así”.

En entrevista en Grupo Fórmula con Paola Rojas, explicaron que de Tonga llegaron a Dubái, de donde planean tomar un avión para regresar a México. Dijeron estar cansados por el largo trayecto y consideraron que el viaje es un peregrinaje. David Olaf Santillán externó tener “deseos de regresar a casa; pasar tiempo con mi familia y buscar empleo”.

Por otra parte, Leslie Nava narró que el día de la erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha'apai se disponían a salir a caminar. Eran las 5 de la tarde, cuando percibieron un cambio de presión, sus oídos se taparon y escucharon la primera explosión a la lejanía. Después oyeron la segunda explosión, que definió como un trueno. Optaron por tomar sus pasaportes y salir pues su vecino ya los esperaba para huir hacia la parte más alta de la isla, donde está el aeropuerto, pero sobrevino la tercera exposición, la de mayor intensidad.

Santillán describió que esta última sacudió a todos, el sonido llegó de golpe, como un impacto y lograron contemplar la columna de humo. Pasadas las 6 de la tarde, recordó, comenzaron a moverse hacia el aeropuerto mientras una nube negra y espesa empezaba a cubrir el cielo.

La bióloga contó que comenzaron a caer pequeñas rocas negras, menos finas que la arena. Su compañero añadió que después de un rato llovía solo ceniza y Nava Flores agregó que “fue toda la noche, cayó ceniza toda la noche y se escuchaba un crujido horrible, así de la tierra”.

Ambos resaltaron que varias personas corrieron por refugio hacia la zona alta de la isla. Santillán contó que “tuvimos la oportunidad de resguardarnos en un hotel que se encuentra cerca del aeropuerto, exactamente frente a la entrada principal del aeropuerto. Toda la gente estaba ahí exactamente igual que nosotros, sin comunicación, sin energía, y esperando indicaciones del gobierno. Esa noche fue bastante difícil, de hecho no la pasamos ahí, regresamos a la casa”.

Después vino la espera de indicaciones en inglés, dijeron, ya que las primeras recomendaciones se emitieron en el idioma de la isla, que es el tongano. Para ello, recibieron ayuda por parte de amigos o gente que hablaba inglés en la zona.