Hoy se cumplen 3 años de la explosión descontrolada en Tlahuelilpan, Hidalgo, ocasionada por una fuga en la toma clandestina de gasolina que se ubicaba en el kilómetro 226 del oleoducto que corre del puerto veracruzano de Tuxpan a la ciudad de Tula.
El estallido fue ocasionado por la instalación rudimentaria de una toma clandestina en el ducto, dicha instalación fue de 14 pulgadas de diámetro con la finalidad de extraer ilegalmente el combustible. El hidrocarburo corre con una fuerte presión a través de la tubería, lo que ocasionó que rápidamente se saliera de control y el liquido comenzara a brotar en gran cantidad, elevándose varios metros.
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La elevación de la gasolina llamó la atención de cientos de pobladores que acudieron inmediatamente al lugar con recipientes con la esperanza de recolectarlo, y posteriormente venderlo. Sin embargo, fueron sorprendidos por una explosión que se registró al rededor de las 18:58 horas debido a la acumulación del hidrocarburo en la superficie y su saturación en el ambiente, según en Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).
El saldo de la fuerte explosión fue de 137 muertes, siendo 69 personas las que fallecieron en el lugar y 81 más hospitalizados por quemaduras. Entre los hospitalizados hubo 68 muertos y únicamente 13 dados de alta, pero con lesiones.
A la actividad de extracción, almacenamiento y/o comercialización de la gasolina en México de manera ilegal se le conoce como "huachicoleo". Está penado de acuerdo a la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos.