La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió el martes que la variante Ómicron del COVID-19 es un virus peligroso y no debe tratarse de igual manera que una enfermedad endémica como la gripe, pues la propagación de dicha variante aún no se ha estabilizado.
Europa ha registrado más de 7 millones de casos nuevos en la primera semana de 2022, según el director de la OMS en dicho continente, Hans Kluge.
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Pedro Sánchez, presidente de España dijo el lunes que podría ser el momento de cambiar la forma de seguir la evolución del COVID-19 y utilizar un método similar al de la gripe debido a que su letalidad ha disminuido. Sin embargo, Catherine Smallwood, directora de emergencias de la OMS para Europa señaló que eso está “muy lejos” todavía, agregando que la endemicidad requiere una transmisión estable y predecible.
Ante la aceleración de contagios en América, la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, pidió a los países que se aseguren de que los trabajadores de la salud tengan acceso a equipos de protección y a dosis adicionales de la vacuna contra COVID-19 cuando estén disponibles.
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"Debemos asegurarnos de que están protegidos de las peores consecuencias de este virus", afirmó Etienne en una rueda de prensa.
Ómicron está por convertirse en la variante dominante en América, ya que se propaga más rápidamente que otras variantes detectadas, especialmente en espacios cerrados. Hasta el momento, ha sido reportada en 42 países y territorios de la región, además, en varios de ellos se está produciendo una transmisión comunitaria generalizada.