La situación en East Palestine, Ohio, ha empeorado tras el descarrilamiento de un tren que transportaba materiales peligrosos ocurrido el 3 de febrero pasado y es que los habitantes de la comunidad denunciaron un persistente hedor químico en la zona que provoca dolores de cabeza y garganta; así como la muerte de miles de peces por la contaminación en los ríos.
A pesar de que el gobierno de Estados Unidos aseguró tener todo bajo control, los habitantes y funcionarios de esta comunidad advirtieron que las consecuencias de este desastre ambiental pueden ser peor de lo que se imaginaban.
Luego de que gobernador de Ohio, Mike DeWine, y una delegación del Congreso estatal pidieran apoyo federal garantizar la salud pública, este viernes el presidente Joe Biden anunció que desplegará un equipo de médicos y toxicólogos para evaluar que peligros persisten en la zona.
Y es que el descarrilamiento del tren que transportaba cloruro de vinilo provocó una explosión entre Ohio y Pensilvania seguido de un incendio que duró un día.
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Debido al temor de una nueva explosión, el gobierno tomó la decisión de iniciar una quema controlada de químicos tóxicos para evitar un estallido con mayor nivel de peligro, pero las detonaciones liberaron sustancias químicas en el aire. Incluido el cloruro de vinilo , que en niveles altos podría aumentar el riesgo de cáncer o causar la muerte.
La situación despertó criticas entre los ciudadanos y ambientalistas que aseguran que el evento es un accidente nuclear comprado al sucedido en Chernobyl y que podría tener consecuencias aún mayores para la comunidad de 5 mil habitantes.
En consecuencia, ciudadanos y grupos de ambientalistas han presentado al menos ocho demandas colectivas en los tribunales de Ohio tras el descarrilamiento de hace dos semanas, las cuales acusan a la empresa Norfolk Southern de negligencia, diciendo que la compañía no mantuvo seguros a los residentes._Con información de CNN