El robo y desvío de fentanilo médico han aumentado en países de Latinoamérica y se visibiliza por las alertas que autoridades de algunos países han emitido ante el incremento de las incautaciones del anestésico.
A pesar de que el opioide legal no es el causante de las más de 700 mil muertes en Estados Unidos (EU), hay una preocupación de que en la región pudiera producirse una crisis de salud como la del país norteamericano, según Insight Crime.
Esto se debe a que comercializar fentanilo médico de manera ilegal también genera riesgos, debido a que puede ser manipulado y mezclado con otras drogas para incrementar la potencia sin que los consumidores lo sepan.
Los servicios hospitalarios de Medellín, Colombia, ya han recibido casos de sobredosis en personas que consumieron drogas sintéticas y estaban adulteradas con fentanilo. Mientras que en Buenos Aires, Argentina, 24 consumidores fallecieron al consumir cocaína mezclada con carfentanilo, análogo del opioide.
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A pesar de que es un riesgo latente y no es imposible que haya una crisis de salud como la de EU, es importante destacar que en Latinoamérica no hay un antecedente de consumo de opioides como el que se presentó en el país norteamericano a mediados de la década de 1990.
Cuando opioides aditivos, como la oxicodona, que se recetaban para tratar dolores intensos provocaron adicciones.
¿En qué países aumentó el desvío de fentanilo médico?
Argentina, Colombia, Panamá, Ecuador, Brasil, Honduras y Venezuela son los países donde las incautaciones de fentanilo médico en distintas presentaciones han incrementado, de acuerdo con Insight Crime.
En Panamá hubo 19 mil dosis de fentanilo robadas de un hospital público en marzo pasado, de acuerdo con el procurador general Javier Enrique Caraballo. Las indagatorias arrojaron que un grupo de 50 funcionarios médicos y administrativos, por lo menos, estaban involucrados en una red de desvío del opioide de grado médico.
En Brasil se han registrado tres decomisos de ampolletas de fentanilo en lo que va del año. Las autoridades de ese país también informaron que proviene del desvío hospitalario y detectaron que en ocasiones se entrega a través de servicios de paquetería.
El panorama es similar en Colombia, donde se han registrado incautaciones en Medellín, Bogotá, Tuluá y Cúcuta. En este país hay evidencia de que hay redes criminales que se dedican al desvío del fentanilo ilegal, pero son pequeñas y no se compara con la forma que operan grandes organizaciones en México y Estados Unidos, como "Los Chapitos".
Fentanilo médico e ilegal tienen orígenes distintos, pero ambos potencian otras drogas
El fentanilo médico y el que se produce de manera ilegal tienen orígenes distintos, pero ambos pueden utilizarse para incrementar el efecto de otras drogas.
El anestésico e produce en laboratorios establecidos, que cuentan con permisos para fabricarlo y están controlados. Lo que ha sido informado en diversas ocasiones por anestesiólogos de México para evitar su criminalización y satanización, debido a que se utiliza para tratar el dolor, sobre todo en pacientes con enfermedades graves y oncológicos.
En el caso de México, los hospitales y anestesiólogos requieren de un permiso para adquirir el fentanilo médico y suministrarlo a los pacientes.
A diferencia del fentanilo ilegal, el cual se produce en laboratorios clandestinos controlados por el narcotráfico, principalmente por cárteles mexicanos, y de forma rudimentaria.
Los "cocineros", como se les conoce a quienes lo elaboran, suelen tener conocimientos empíricos y por ese motivo no cuidan las dosis de fentanilo que producen, así que las probabilidades de fabricar una dosis letal que pueda provocar la muerte son más altas. El equivalente a dos gramos de sal son mortíferos.
A esto se añade que las condiciones en las que se produce el fentanilo no son higiénicas. Varios de los narcolaboratorios que se han localizado en México estaban en la sierra.
¿"Chapitos" prohibieron el tráfico de fentanilo en México?
Mientras esto sucede en Centroamérica y Sudamérica, "Los Chapitos" supuestamente anunciaron su retirada del tráfico de fentanilo ilícito y prohibieron su producción, así como su comercialización en Baja California, Sinaloa y Sonora por la crisis de salud que ha provocado en EU.
Después de la extradición de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán en septiembre pasado, la retirada de este grupo criminal de ese negocio empezó.
A través de narcomantas que colocaron en varias ciudades y se atribuyeron "Los Chapitos", igual que otros grupos delictivos aliados, se deslindaron de la crisis de salud que el consumo del opioide ha generado en el país norteamericano y en México.
El Wall Street Journal detalló en un reportaje que la principal motivación de los herederos de Guzmán Loera para detener el tráfico de fentanilo es la presión existente por parte de las autoridades estadounidenses y los amagos de una intervención militar en México para erradicar el tráfico de sustancias ilegales.