Recientemente el Parque Nacional de los Pirineos, ubicado en Francia, dio a conocer la reaparición de las ‘moscas quebrantahuesos’, una especie que se consideraba extinta desde hace más de un siglo y que ha causado gran preocupación de la población a nivel mundial.
Fue desde el año de 1836 cuando la especie de mosca Thyreophora cynophila fue declarada extinta por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN); sin embargo, el pasado mes de febrero se lograron observar algunos de estos ejemplares.
Un guardabosques del Parque Nacional de los Pirineos en el Valle de Ossau fue el encargado de observar moscas quebrantahuesos sobre un jabalí muerto en la nieve, a una altitud de mil 700 metros.
El entomólogo Laurent Pelozuelo, de la Universidad Paul Sebatier de Toulouse, Francia, inició una investigación desde 2018 para encontrar a esta especie de mosca en los Pirineos franceses.
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No obstante, el descubrimiento ocurrido en febrero pasado confirmó lo que desde 2010 en España se alertó, la mosca Thyreophora cynophila no estaba extinta como se presumía.
¿Debe preocuparnos la mosca quebrantahuesos?
La mosca quebrantahuesos mide casi 10 milímetros de largo y su principal característica es su cabeza color naranja brillante, cuerpo azul metálico y un par de manchas negras en las alas.
Cabe señalar que esta especie regularmente está activa en invierno, incluso sus larvas se alimentan de cadáveres en descomposición durante la nieve.
Respecto a si la mosca quebrantahuesos debe preocuparnos, la realidad es que no, pues sólo se alimenta de carne en descomposición de grandes mamíferos salvajes y domésticos.
La Thyreophora cynophila no cuenta con dientes para poder devorar carne directamente de una presa viva, por lo que, en ese sentido, no representa ningún peligro para los seres humanos.
Sin embargo, los especialistas no descartan que las moscas quebrantahuesos sean capaces de transmitir enfermedades a las personas, por ello, se ha alertado a otros países sobre su reaparición.