En el estado de Nayarit, vecinos del municipio de Tecuala, vivieron momentos pánico al ver a un tigre de bengala adulto siendo paseado por las calles del centro, sin embargo, está no es la única ocasión donde animales son sacados de sus hábitats para vivir en hogares como mascota.
Pablo Escobar, el narcotraficante colombiano, montó un zoológico de especies exóticas en la Hacienda Nápoles, siendo hoy un parque temático ubicada a 180 kilómetros al este de Medellín.
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En 1891, un macho y tres hembras se convirtieron en los primeros cuatro hipopótamos que llegaron a Colombia. Una década después, el abandono de la hacienda tras la caída del capo y la ausencia de depredadores provocó que la población de hipopótamos creciera sin control, convirtiéndose en una amenaza para las especies nativas y el ecosistema.
Reproducción Silenciosa
En la década de los 80´s el narcotraficante Pablo Escobar tenía animales raros como jirafas, elefantes, rinocerontes y dentro de ellos, hipopótamos en su Hacienda Nápoles. Tras su muerte, sus bienes entraron en proceso de extinción territorial en el estado colombiano, y los animales fueron reubicados en zoológicos y parques, con excepción de los hipopótamos (en ese momento solo había cuatro).
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Durante los siguientes años, la población de la cuenca del Magdalena se multiplicó en silencio, mientras el país vivía uno de los peores episodios de violencia de su historia, por lo que este tema quedó en último lugar.
Hoy en día, hay un estimado de 80 hipopótamos en diferentes partes de Colombia. El grupo principal de unos 55 hipopótamos se ubica en la región del Magdalena Medio, donde convergen las provincias de Antioquia, Boyacá y Santander. En esta área, la autoridad responsable de la especie exótica invasora es la Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare (Cornare).
Situación actual de los hipopótamos de Pablo Escobar
La Sociedad Zoológica Estadounidense, propuso al gobierno colombiano el uso de una droga inmunológica para controlar el nacimiento de los animales. El caso llegó a Estados Unidos, donde un juez de Ohio admitió los argumentos de dos expertos en vida silvestre a favor del control de la natalidad de los hipopótamos, algo que debe tenerse en cuenta a medida que avanza el caso en Colombia.
Los jueces estadounidenses también trataron a los animales como "partes interesadas" en el proceso, sentando un precedente para la jurisprudencia estadounidense. Cornare (Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare "Cornare") siempre está buscando alternativas al sacrificio de animales. En octubre pasado se lanzó un proyecto piloto experimental para la castración inmune de hipopótamos que viven en Hacienda Nápoles.
Con ayuda de Estados Unidos, que envió dosis de un anticonceptivo apto para machos y hembras, se inoculó el medicamento a 24 ejemplares. “Vamos a hacerle seguimiento para saber qué tan exitoso puede ser”, explica David Echeverri López, Coordinador del Grupo Bosques y Biodiversidad de Cornare.
Los científicos dicen que mientras se prueba la medida para controlar las poblaciones de hipopótamos, nuevas crías continúan llegando al mundo a lo largo del río Colombia. Treinta años después de su muerte, el legado de Escobar en Colombia aún pesa cientos de toneladas.
Con información de EBSCO