Este sábado, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, aseguró que la guerra "será sangrienta", pero confió en que el conflicto con Rusia terminará por la vía diplomática.
"El final (del conflicto) será diplomático. "La guerra será sangrienta, habrá combates, pero terminará definitivamente a través de la diplomacia", declaró en entrevista para un canal de televisión ucraniano.
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En el día 87 del comienzo de la invasión rusa a Ucrania, el mandatario confió en que las discusiones entre Rusia y Ucrania tengan lugar pronto, aunque por ahora las negociaciones se encuentren en un punto muerto.
"Las discusiones entre Ucrania y Rusia definitivamente tendrán lugar. No sé bajo qué formato: con intermediarios, sin ellos, en un círculo ampliado o a nivel presidencial. Estoy seguro de eso. Porque hay cosas que, salvo en la mesa de negociaciones, no podremos resolver", dijo.
Al respecto, Zelenski destacó que Ucrania quiere que se le devuelva todo, en referencia a los territorios ocupados, pero admitió que Rusia no quiere devolver nada.
"No fuimos nosotros los que empezamos esta guerra, pero somos nosotros los que tendremos que acabar con ella. Puedo repetir estas palabras hoy, pero el significado es diferente", explicó.
El presidente ucraniano aseguró que el resultado de las conversaciones debe ser "justo" para Ucrania, aunque reconoció que "la guerra es tan difícil. Y la victoria será muy difícil también".
Zelenski recordó que una condición indispensable para continuar las conversaciones era que el ejército ruso no matara a los militares ucranianos atrincherados en el vasto complejo metalúrgico de Azovstal en Mariúpol, en el sudeste de Ucrania, y las tropas rusas "dieron la posibilidad" de que así fuera.
"Lo más importante para mí es salvar al mayor número posible de personas y soldados", afirmó el mandatario.
Sin embargo, ambas naciones se han acusado de no tener voluntad para dialogar y poner fin al conflicto, que empezó el 24 de febrero. Aunque se han realizado varios encuentros, hasta la fecha estos no han dado un resultado concreto.
En contraste, las tropas rusas concentran ahora sus esfuerzos en una ofensiva en el este de Ucrania, tras fracasar en su intento por apoderarse de Kiev y de su región.
Mientras tanto, en Mariúpol, tomada el viernes por completo por las tropas rusas tras la salida de los últimos defensores del Regimiento Azov de la acería Azovstal, los ciudadanos están siendo deportados a Rusia sin que les ofrezcan otra alternativa, denunciaron las autoridades locales.