El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, dijo el jueves que el Ejército ruso había "destruido completamente" la región industrial de Donbás y acusó a Moscú de llevar a cabo bombardeos sin sentido en medio de una intensificación de su ofensiva.
Zelenski también acusó al Ejército ruso de intentar matar al mayor número de ucranianos y causar el mayor daño posible, repitiendo su acusación de que Rusia estaba llevando a cabo un genocidio.
El líder sostuvo que mientras las fuerzas ucranianas seguían liberando la región de Járkov, al este de Kiev, Rusia intentaba ejercer aún más presión en el Donbás, que se encuentra en el sureste de Ucrania.
"Es un infierno allí, y no es una exageración", dijo en un discurso por video a última hora de la noche, en el que añadió que 12 personas habían muerto en el "bombardeo brutal y absolutamente sin sentido" de Severodonetsk el jueves.
"(Hay) constantes ataques sobre la región de Odesa, sobre las ciudades del centro de Ucrania. El Donbás está completamente destruido", señaló.
"Se trata de un intento deliberado y criminal de matar al mayor número posible de ucranianos, de destruir el mayor número posible de casas, instalaciones sociales y empresas", agregó.
Ucrania 'desprotegida': militares se rinden
Ucrania está quedando 'desprotegida' en la acería de Azovstal, en Mariúpol, pues otros 771 soldados del país abandonaron la planta metalúrgica durante la última jornada, con lo que ya suman mil 730 militares que se han "rendido" ante el asedio de las fuerzas militares rusas, según el Ministerio de Defensa de Rusia.
De acuerdo con el comunicado del Ministerio de Defensa ruso, todos los defensores ucranianos que se han rendido pertenecen al Batallón de Azov.
"Durante las últimas 24 horas, 771 militantes de la unidad nacionalista Azov se rindieron en la planta metalúrgica de Azovstal bloqueada en Mariúpol", señaló el portavoz castrense, general general mayor Ígor Konashénkov, sobre Ucrania.