Andrei Turchak, secretario del Consejo General del partido Rusia Unida, propuso nacionalizar las fábricas de todas las empresas extranjeras que dejen el país como represalia a la ofensiva militar contra Ucrania, lo que afectaría a Nemak, una compañía mexicana dedicada a la fabricación de autopartes y que cesó sus operaciones desde el pasado 3 de marzo.
Nemak, una empresa especializada en la producción y el desarrollo de componentes de aluminio para el tren motriz, así como aplicaciones estructurales y en vehículos eléctricos, pausó sus operaciones en territorio ruso "en línea con medidas anunciadas por sus clientes". Recordemos que otros fabricantes como Ford y Toyota han salido del país.
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Asimismo, Nemak hizo un donativo de 100 mil euros (2.3 millones de pesos) a la Cruz Roja Internacional, con el objetivo de fomentar las acciones humanitarias en Ucrania, nación que se enfrenta a la ofensiva militar de Rusia y cuyas principales ciudades han sido bombardeadas: Mariúpol, Jersón, Kharkiv, Kiev, entre otras.
La propuesta de Rusia Unida, partido político al que pertenece Putin y gobierna Rusia, es expropiar todas las fábricas de las empresas que han dejado el país, pues consideran que se trata de una "puñalada por la espalda" en contra de la economía rusa; justifican esta iniciativa en defender a los ciudadanos.
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Aunque aún no ha sido aprobada, la iniciativa para nacionalizar centros de producción sería una realidad, ya que el mismo Torchuk dijo que Rusia se rige bajo "leyes de guerra", aparte de que el mismo Kremlin ya reconoció que se enfrenta a una "guerra comercial" en contra de las naciones de occidentes, sobre todo Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, promotores de las sanciones contra Putin.
Empresas mexicanas como Gruma o Grupo Bimbo también operan en Rusia, pero hasta ahora no han interrumpido sus operaciones; no así en Ucrania, donde han tenido que cerrar sus centros de producción para no poner en riesgo a los colaboradores.
Rusia mantiene una "operación militar especial" en contra de Ucrania desde hace un par de semanas, lo que ha cobrado las vidas de 498 integrantes del ejército de Ucrania y 11 mil rusos, de acuerdo con cifras del gobierno de Volodímir Zelenski. Además, 900 comunidades han quedado sin servicios básicos como agua potable, electricidad y calefacción.