Kiev, la capital de Ucrania, ha sido una de las ciudades asediadas por el ejército de Rusia durante la "operación militar especial" lanzada por Vladimir Putin desde el 24 de febrero. Los habitantes de esta urbe, que no sobrepasa los 4 millones de habitantes, han tenido que huir o refugiarse en sitios como el metro.
Pese a que Putin anunció que sólo desplegaría a sus tropas en las regiones separatistas de Donetsk y Luhansk, desde el primer día de las hostilidades se han escuchado explosiones en Kiev, donde se ubica la sede del gobierno encabezado por Volodímir Zelenski, quien está a favor de que su nación se integre a la Unión Europea (UE) y a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
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Durante los siete días que lleva la ofensiva rusa, en Kiev han sido atacados complejos residenciales, antenas de televisión y demás infraestructura. De momento, en todo Ucrania, 2 mil civiles han fallecido producto de los ataques de la infantería y la artillería rusa; la capital aún no ha caído.
Las familias, quienes sólo agarraron pocas pertenencias y sus mascotas, huyeron de la capital ucraniana o se refugiaron en alguna de las 52 estaciones que conforman las tres líneas del metro de Kiev, el cual fue construido en la época soviética y está diseñado para soportar bombardeos.
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Anton Gueráshenko, ministro del Interior de Ucrania, anunció que un misil ruso fue interceptado antes de que cayera en una estación de tren en Kiev, pero dañó una importante tubería de calefacción, servicio que es de vital importancia ante las bajas temperaturas que se registran durante los meses de invierno.
Brovary, una instalación militar cercana a la capital ucraniana, fue uno de los objetivos del ejército ruso, por lo que quedó destruida. Esto mientras los convoyes de las tropas agresoras tratan de tomar la ciudad más importantes del país, inclusive, se han registrado enfrentamientos a sólo 40 kilómetros de ésta.
La catedral de Santa Sofía, ubicada en Kiev, es uno de los patrimonios culturales que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) pide que se protejan ante la invasión de Rusia a Ucrania.