Tras 14 horas de interrogatorio, la periodista Marina Ovsyannikova salió de la corte, tras ser detenida por irrumpir durante la transmisión en vivo del noticiero Vremya del Canal 1 ruso, para manifestarse en contra de la guerra en Ucrania.
"Estoy muy cansada. no me permitieron contactar con mi familia", dijo la periodista a medios locales la periodista.
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Ovsyannikova no será condenada a 15 años de cárcel, debido a que la ley por difamar la operación militar en Ucrania, como llama el Kremlin a la guerra, todavía no entra en vigor.
La periodista sólo deberá pagar una multa de 250 euros por los segundos en los que gritó "no a la guerra" y afirmar que la cadena de televisión "miente", mientras sostenía un cartel, en el que se leía:
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"No a la guerra. Pongan fin a la guerra. No crean en la propaganda. Aquí les están mintiendo. Russians against war (rusos contra la guerra)".
En las redes sociales Ovsyannikova había denunciado que Rusia es el agresor y recordaba que su padre es ucraniano, su madre rusa y nunca fueron enemigos.
Algunos compañeros defensores de la libertad de prensa abandonaron la cadena de televisión. Con carta de renuncia, también la presentadora.
El portavoz de la Comisión Europea dijo, durante la rueda de prensa diaria de la institución, que "los aparatos del Estado (ruso) continúan su presión contra la oposición rusa, negando sus derechos básicos, tales como la libertad de opinión y de expresión".