El aumento de casos de COVID-19 en China ha generado que las autoridades de aquel país impongan, de nueva cuenta, fuertes restricciones como el inicio ayer de un nuevo confinamiento total de la ciudad de Changchun, en el noreste del país.
La provincia de Jilin, de la que Changchun es capital, registró 526 casos locales de COVID-19 en los últimos diez días, así como 590 casos asintomáticos, recoge la prensa local.
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Como consecuencia, la ciudad impondrá desde este viernes un confinamiento a toda la población (nueve millones de personas), a la que someterá a tres rondas de pruebas de ácido nucleico para trazar los casos y frenar la curva.
"Con la excepción de supermercados, farmacias e instituciones médicas, todas las tiendas cerrarán, así como las escuelas y el transporte público", indicaron las autoridades locales y añadieron que sólo se permitirá salir a una persona por familia cada dos días para comprar necesidades básicas.
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Entre las zonas afectadas se encuentra la metrópolis oriental china de Shanghái, donde se han registrado más de cien infecciones en los últimos días, por lo que este viernes se anunció el cierre de las escuelas de primaria y secundaria.
La última oleada de COVID ha hecho levantar las alarmas en China, con rebrotes en numerosos puntos de su territorio y cifras de nuevos contagios no vistas desde el estallido de la pandemia en la ciudad de Wuhan a inicios de 2020.
La Comisión Nacional de Sanidad anunció este viernes la detección, la víspera, de 555 nuevos positivos del coronavirus en la China continental, la cifra más alta de nuevos casos diarios desde la primera mitad de 2020, a los que se suman 814 casos asintomáticos este viernes y que Pekín no computa como casos confirmados.
En este momento el número total de contagiados activos en la China continental asciende a 2 mil 450, y desde el inicio de la pandemia los casos suman 112.940 y los fallecimientos se mantienen estables desde hace meses en 4 mil 636.
El primer ministro chino, Li Keqiang, eludió hoy aclarar si China prevé relajar las estrictas medidas contra la COVID-19 que mantienen a su país desde hace ya dos años prácticamente cerrado al mundo y sostuvo que aún hace falta seguir investigando sobre el virus, vacunas y medicamentos.
Li afirmó que China seguirá definiendo su respuesta a la COVID-19 para hacerla más "científica y focalizada" a partir de la situación epidemiológica y los nuevos descubrimientos, e incidió en la necesidad de "profundizar en la investigación sobre el nuevo coronavirus y fortalecer el desarrollo de vacunas y medicamentos efectivos".
(Con información de Efe)