Kazajistán extendió este miércoles el estado de emergencia a todo el país ante la serie de protestas y disturbios registrados en varias ciudades como respuesta ante el aumento del precio del combustible.
De acuerdo con la agencia rusa TASS, dicha medida sigue a la aprobada previamente por el presidente kazajo, Kasim-Yomart Tokáyev, quien decretó estado de emergencia hasta el próximo 19 de enero, aunque solo en las regiones de Mangystau, Almaty y Nur-Sultán.
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Incluso en la capital Nur-Sultán se declaró toque de queda nocturno, al ser considerada como “una amenaza de seguridad grave y directa a los ciudadanos”.
La ciudad de Almaty ha sido una de las más golpeadas por los protestantes donde se han registrado toma de sedes administrativas y servicios, vandalismo, violencia y hasta derribo de estatuas.
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Según informó el propio presidente “hay muertos y heridos” tras los disturbios; sin embargo, no ofreció ninguna cifra, en tanto que la administración local reportó por lo menos 500 lesionados, además de cuantiosos daños a inmuebles y vehículos.
Medios locales han reportado que varios de los manifestantes portan armas de fuego, quienes siguen destrozando la residencia del presidente en esta ciudad, luego de que la policía abandonase el lugar.
En tanto que en el centro de la ciudad, donde también fue tomado el departamento de la Policía, se pueden ver decenas de autos incendiados por los manifestantes, incluyendo vehículos de la policía, ambulancias y coches de bomberos.
El ministerio del Interior reportó más de 200 personas detenidas en las manifestaciones por “perturbación del orden público”, mientras que 95 policías resultaron lesionados.
Las redes sociales, el internet y los teléfonos móviles fueron bloqueados ante la difusión de los disturbios, y es que en Kazajistán son poco comunes las protestas, esto al ser un país autoritario donde cualquier concentración debe contar con la previa autorización de las autoridades.
Las protestas se desataron el pasado 2 de enero tras el alza del precio del gas licuado, principal combustible automotriz del país, que pasó de valer 60 tenge por litro, unos 0,14 dólares, a valer 120 tenge por litro, equivalente a 0,28 dólares.
Con información de EFE