Un nuevo estudio ha confirmado que la variante del COVID-19 llamada Ómicron genera un daño pulmonar tres veces menor al causado por otras cepas del SARS-CoV-2.
De acuerdo con investigadores del Departamento de Microbiología de la Universidad de Hong Kong, el nuevo genoma es menos eficaz a la hora de replicar células y causar enfermedad grave comparada con otras variantes como Delta y Beta.
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En el estudio publicado en la revista científica Nature se investigó la eficacia de la replicación y la patogenicidad de Ómicron en una serie de modelos celulares y de ratón.
Durante los experimentos con células epiteliales pulmonares e intestinales humanas, se descubrió que la replicación del virus vivo de Ómicron se reducía en comparación con la cepa original del SARS-CoV-2 y las cepas Alfa, Beta y Delta.
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Por lo anterior, investigadores comprobaron que la variante descubierta en Sudáfrica es tres veces menos eficiente en la multiplicación viral contrario a la cepa original del COVID-19 en las células epiteliales del pulmón.
En el caso de las variantes Alfa, Beta y Delta se replicaron a niveles similares e incluso superiores al del virus original.
Los expertos señalan que Ómicron intenta escapar del control del sistema inmunológico al suministrarse vacunas o por la infección natural; sin embargo, al hacerlo debe multiplicarse lo que termina por debilitarlo.
“Nuestros hallazgos sugieren que el SARS-CoV-2 mutante intenta escapar del control de nuestro sistema inmunitario, activado por las vacunas o la infección natural. Pero al hacerlo, el virus tiene que pagar un precio al volverse menos eficiente en su multiplicación. Esperamos que el virus siga esta trayectoria de evolución para convertirse en un coronavirus de resfriado común suave", señalaron.
Con información de Nature