El estado de Morelos contiene una gran cantidad de expresiones culturales producto del sincretismo entre las tradiciones ancestrales y las ideas religiosas traídas por los conquistadores españoles; así se ha posicionado como uno de los mejores lugares para hacer turismo religioso.
Dos de las figuras más conocidas de Morelos a nivel nacional son los chinelos, como parte central de los carnavales con su brinco y alegría; y los sayones que, si bien son una procesión alegre y colorida, muestran arrepentimiento por la muerte del Salvador Jesucristo en el Domingo de Resurrección.
La danza o procesión de los sayones es una de las expresiones religiosas más importantes de Morelos y de la zona centro del país.
Domingo de Resurrección en Tetela del Volcán
Durante el Domingo de Resurrección, al finalizar la Semana Santa, en el municipio de Tetela del Volcán, ubicado en los Altos de Morelos, ocurre uno de los eventos más coloridos de la celebración religiosa de Semana Mayor.
A las 10 de la mañana cerca de mil personas que se denominan "sayones" aparecen en las calles del poblado de Tetela del Volcán y las inundan con su vestimenta, máscara y sombreros de un gran colorido.
Con su peculiar vestimenta multicolor, se caracteriza por un gran sombrero hecho con papel de china, compuesto hasta de cientos de pliegos; bailan al ritmo de la flauta, el tambor, y el sonido de los machetes contra el suelo golpeando el asfalto en una especie de procesión, con dirección a la Parroquia y exconvento de San Juan Bautista y así participar de la celebración religiosa del Domingo de Resurrección.
¿Qué son los sayones?
Los sayones son una representación de los centuriones romanos que apresaron a Jesucristo en los tiempos en que fue crucificado, por eso cargan machetes los cuales, durante la procesión, "raspan" contra el suelo.
Una vez dentro de la Parroquia de San Juan Bautista, los sayones participan de la celebración religiosa y al finalizar el rito católico agradecen con un ramo de flores a sus patrones principales que son el Santo Sepulcro y el Cristo Crucificado.
La quema de los sombreros y el arrepentimiento de los sayones
Al finalizar la ceremonia religiosa y ya fuera de la iglesia, los sayones inician un proceso de quema de su sombreros que significa el arrepentimiento de los soldados romanos por haber crucificado a Jesucristo.
El público asistente va armado de cerillos; los encienden y los arrojan a los sombreros que están hechos de papel de china y que ante el menor fuego se prenden y acaban hechos cenizas.
Los sayones entre brincos y danza intentan esquivar los cerillos encendidos para evitar que su sombrero se queme; un sombrero que les ha tomado quizá meses en elaborar.
Así que ya lo sabes, si quieres asistir a una de las tradiciones más coloridas y espectaculares de fervor religioso en Morelos, tienes que visitar Tetela del Volcán el Domingo de Resurrección antes de las 10 de la mañana para ver a los sayones ¡y no olvides llevar cerillos!