Bajo un sitio flanqueado por las montañas de Monterrey surge el Paseo Santa Lucía.
Un lago artificial que se ha convertido en el sitio perfecto para ir con la familia o la visita ideal para los turistas.
Pequeñas embarcaciones forman parte de un recorrido guiado por el Canal de Santa Lucía, las cuales cuentan la historia del lugar y recuerdan los viejos tiempos.
¿Cómo nació el Paseo Santa Lucía?
Hace 425 años, existía un río denominado los Ojos de Agua de Santa Lucía.
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Su afluente nació en lo que hoy es el monumento conocido como El Obelisco, en la calle Juan Ignacio Ramón, en el pleno corazón del centro de Monterrey.
El caudal se nutría de un venero "Ojo Grande", donde estuvo la Alberca Monterrey y que terminó con la construcción de la Macroplaza.
Para recordarlo, se creó el Canal y Paseo Santa Lucía.
El sitio turístico fue inaugurado en el 2007 y está inspirado en el River Walk de Santa Antonio, Texas; el agua del Paseo Santa Lucía recorre 2.5 kilómetros.
A lo largo del río artificial, hay 17 placas informativas de la historia de la Fundación de Monterrey que terminan entre los Museos del Noreste y el de Historia Mexicana.
Reciclan el agua para el Paseo Santa Lucía
En medio de la crisis de agua que se registra este año en Nuevo León, las autoridades estatales decidieron construir una estación de reciclaje y bombeo del vital líquido en el Canal del Paseo Santa Lucía.
Y es que ante la falta de agua en el área metropolitana, se analizó dejar seco el lago artificial por la cantidad de líquido que requería.
"Tenemos que reciclar el agua, tenemos que reciclar 1.5 millones de litros diarios para poder mantener el canal", expresó Bernardo Bichara, presidente del Consejo del Parque Fundidora.
A pesar de las adversidades, el Paseo Santa Lucía seguirá por generaciones siendo la ruta predilecta para conocer la ciudad de Monterrey.