En Baja California Sur hay ciertas zonas destacadas que se convierten en un atractivo turístico para los amantes de deportes extremos como surf. Ya hemos hablado de Cerritos Beach, ubicada en la comunidad de Todos Santos, uno de los sitios favoritos para surfistas.
En esta ocasión nos centraremos en San Juanico, el lugar donde se practica este deporte y donde se encuentra una de la pareja de surfistas más famosa del estado; una cabra acompañada de su dueño.
La pareja de surfistas más reconocidas de Baja California Sur es un extranjero en compañía de su cabra, quienes se remontan en las olas de San Juanico para practicar este deporte extremo.
Desde hace tiempo se han viralizado a través de redes sociales imágenes del animal acompañado de su dueño con chalecos salvavidas de color naranja montados sobre una tabla de surf realizando piruetas en la playa.
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Pescadores de San Juanico han asegurado que es usual ver a la pareja de surfistas practicando con gran naturalidad el deporte extremo.
Hasta este momento se desconoce si la cabra surfista y su dueño que han causado asombro en las redes, viven en la comunidad de pescadores o solo llegan por temporada.
¿Qué es el surf?
El surf es un deporte acuático extremo que tiene como objetivo realizar amplios giros y maniobras aprovechando la fuerza de una ola sobre una tabla, es una actividad que genera una gran derrama económica en la media península ya que, en temporada de invierno, llegan miles de visitantes extranjeros a pasar la temporada en las playas para practicar este deporte.
San Juanico se encuentra ubicado a 202 kilómetros al norte de Ciudad Constitución, Comondú. Un pequeño poblado de pescadores con poco más de 500 habitantes. A este pequeño lugar llegan surfistas de Estados Unidos, Australia, Hawái e Italia para aprovechar las impresionantes olas que se generan con los vientos.
De acuerdo con información de la Secretaría de Turismo, este lugar forma parte del ranking de los lugares son las olas más grandes de América junto con Punta Roca; en El Salvador, Pavones; en Costa Rica y Chicama; en Perú. Se crean olas que alcanzan hasta los 700 metros de altura.