Baja California Sur está rodeada de impresionantes paisajes naturales, cuenta con un patrimonio costero y desértico que es aprovechado por amantes de la fotografía, profesionales que no solo buscan retratar la belleza de este paraíso, también contribuir en su conservación.
El fotógrafo documental, Miguel Ángel de la Cueva, es un ejemplo de ello. No solo es conocido en la media península por las sorprendentes imágenes que documenta con su lente, también por contribuir a través de su trabajo en la conservación del medio ambiente.
Miguel Ángel de la Cueva empezó en la fotografía de manera formal a partir de 1996 a través del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes, al haber obtenido una beca llamada: Jóvenes creadores. Fue el primer encuentro que tuvo con la naturaleza y la fotografía documental.
Durante un año recorrió el estado a través de un proyecto que se encontraba relacionado con las tradiciones y las misiones, fue en ese periodo cuando quedó enamorado de Sierra La Giganta, un lugar que va más allá de las costas, si no que guarda desiertos y serranías dignas de documentar.
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La Giganta es una extensa zona de Baja California Sur donde se encuentran un buen número de los oasis localizados en la península, lugares que cuentan con una gran flora y fauna que el fotógrafo profesional ha logrado documentar a lo largo de 20 años.
“Un día me detuve en un cerrito y prácticamente me encontré con un amanecer espectacular en esa inmensa sierra, entonces, desde ese entonces, he enfocado mucho de mi trabajo en recorrer esta sierra, un lugar de aproximadamente 350 km de longitud”.
Tanto ha sido su asombro por este sitio que en 2011 publicó un libro sobre Sierra La Giganta, incentivado por Sociedad de Historia Natural Niparaja; La Giganta y Guadalupe, Saberes del Agua, Paisajes de la Esperanza, lleva por nombre el libro que se ha convertido en una herramienta importante para promover la conservación del patrimonio natural y cultural de estas dos sierras.
Recientemente, National Geographic publicó un ensayo de 8 páginas de La Giganta y Guadalupe detallando el trabajo realizado por el famoso fotográfico.
“He pasado tanto tiempo trabajando estas sierras que fue natural el involucrarme, porque cuando pasas tanto tiempo conociendo y recorriendo el lugar y te das cuenta de su riqueza, pero también de su vulnerabilidad, pasas de gozo de la admiración a la preocupación, yo creo que cuando nos preocupa algo nos debe ocupar”.
Por años ha buscado la forma de divulgar en amplios sectores todos sus valores para que pueda ser conservado para las siguientes generaciones.
El trabajo del fotógrafo documental y organizaciones ambientales ha influido para que el Gobierno de México considere blindar estas sierras y convertirlas en Áreas Naturales Protegidas (ANP), una decisión que considera Miguel Ángel de la Cueva será acertada ya que estos espacios deben de conservarse para que todos los sectores tengan prosperidad y riqueza pero nunca a costa de la naturaleza.