El jamón es uno de los embutidos que forma parte de la dieta diaria de muchos mexicanos y mexicanas. Es de origen cárnico y su consumo está regulado por Normas Oficiales Mexicanas en términos sanitario y comercial. Para la comercialización del jamón se establecieron diferentes denominaciones en función de su origen, así como varias clasificaciones con base en su grado de calidad, de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
En el mercado ha distintos tipos de jamón y uno de los más consumidos es el de pierna. Si eres de las personas que lo comen de forma frecuente, a continuación te decimos cuál es el que se considera como fino, no tiene soya y sí es 100 por ciento de este tipo, según dicha dependencia.
La Profeco analizó 44 marcas comerciales de jamón y revisó su calidad sanitaria, sus calorías, los carbohidratos, a fécula, grasa, tipo de carne, sodio, proteína, humedad, información al consumidor.
El jamón fino es aquel en el que su contenido de proteína es libre de grasa y se encuentra por debajo del de los jamones extrafinos; sin embargo, en cuanto al nivel de grasa los igualan y su contenido de agua es de hasta el 76 por ciento. Pueden contener soya, pero no fécula. Sus ingredientes cárnicos pueden ser pierna de cerdo o muslo de pavo.
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¿Cuál es el jamón fino que no tiene soya y no es Capistrano ni Zwan, según Profeco?
El jamón fino que no tiene soya y no es Capistrano ni Zwan que la Profeco recomienda es el San Rafael Balance. La dependencia encontró que es de 250 gramos y contiene lo siguiente:
- 3.19 por ciento de grasa.
- 18.6 por ciento de proteína libre de grasa.
- 2.3 por ciento de carbohidratos.
- Aporte energético de 110 kilocalorías.
- 0.69 gramos de sodio por cada 100 gramos.
Este tipo de jamón está elaborado con carne de cerdo, de acuerdo con la Profeco. Su precio oscila entre los 35.68 pesos y los 89.21 pesos. Ahora que sabes que este es el jamón fino que es 100 por ciento de pierna y no contiene soya, lo puedes agregar a tu despensa.
