Uno de los elementos más comunes en hogares y oficinas es el dispensador de agua, un aparato práctico y esencial. Sin embargo, si no se limpia con regularidad, puede convertirse en un foco de bacterias y contaminantes que afectan tu bienestar. Aquí te explicamos por qué es crucial lavarlo con frecuencia y cómo hacerlo correctamente.
¿Por qué debes de lavar el dispensador de agua?
Un dispensador de agua mal cuidado puede acumular suciedad, bacterias, hongos y moho en sus partes internas y externas, nos comparte el Ingeniero en Alimentos, Rafael Carvajal. Estos contaminantes pueden comprometer la calidad del agua que consumes, provocando:
- Mal sabor y olor. los residuos y microorganismos alteran las propiedades del agua, haciendo que pierda su frescura.
- Riesgos para la salud. la exposición a bacterias como la Salmonella o E. coli puede derivar en problemas gastrointestinales y otras afecciones.
¿Cómo lavar un dispensador de agua?
Si eres de los que no han lavado su dispensador de agua, pero ahora con lo que te contamos ya lo harás, aquí te contamos sobre algunos pasos que puedes seguir para lavarlo correctamente y evitar daños a tu salud. Lo que vas a realizar es lo siguiente:
- Quita el garrafón de agua.
- Desconecta de la energía eléctrica el dispensador.
- Drena por completo el aparato que no quede nada de agua. Abre las llaves para que se vacíe.
- Retira las partes que se pueden desensamblar. Puedes consultar el manual para que veas cuáles sí se pueden y cuáles no para que no lo dañes.
- Lava perfectamente con agua y jabón las partes que puedas.
- Enjuaga muy bien y asegúrate de que no queden residuos de jabón.
- Listo, ya puedes usarlo.
Tu dispensador de agua puede ser una fuente confiable de hidratación, pero solo si se mantiene limpio y libre de bacterias. Incorporar una rutina de limpieza no solo protege tu salud, sino que también prolonga la vida útil del aparato. No olvides limpiarlo de vez en cuando.