El huevo es un alimento muy consumido en el mundo, pues es muy delicioso, nutritivo y versátil. Una de las tareas más comunes en la cocina es separar la clara de la yema de un huevo, y hacerlo correctamente puede marcar la diferencia entre una comida saludable y un posible riesgo de contaminación cruzada. Aquí te explicamos cómo hacerlo de manera segura y sencilla.
¿Por qué es importante evitar la contaminación cruzada?
La contaminación cruzada ocurre cuando bacterias o microorganismos dañinos pasan de un alimento o superficie a otro. Los huevos pueden contener bacterias como la Salmonella, que puede provocar enfermedades si no se manejan adecuadamente. Separar la clara de la yema sin que el contenido del huevo entre en contacto con superficies contaminadas es clave para prevenir problemas de salud.
Método seguro para separar la clara de la yema
Una de las técnicas más usadas para separar ambas partes del huevo es rompiendo el cascarón y usarlo como mediador para hacer la separación, sin embargo, la cáscara puede venir contaminada, pasando los patógenos al huevo. Por eso no se recomienda poner en práctica esto.
Dentro de los métodos más seguros es usar las manos, claro, perfectamente lavadas. Lo primero que harás es romper el cascarón, depositar el huevo en tus dedos y dejar que caiga la clara en un recipiente; verás como la yema se queda en tu mano.
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Utilizar la técnica de la mano evitará que exista algún riesgo de contaminación cruzada. También puedes usar una botella con la que absorberás la yema o bien con un embudo. También existen productos que venden en el mercado que te ayudarán con esta tarea. Estos métodos son seguros y están libres de riesgos.