Si eres de las personas que cree que lo correcto es tomar su café hirviendo, te equivocas, y aquí te revelaremos cuál es la temperatura del agua para que tu café no quede amargo o agrio.
Muchos consideran que lo más importante para disfrutar de una buena taza de café, son los granos, el tipo de molienda, la marca y otros ingredientes que se le añadan como el azúcar y leche; sin embargo, hay un elemento crucial que a menudo pasa desapercibido.
¿Por qué la temperatura define el sabor de un café?
Nos referimos a la temperatura del agua con la que preparas tu bebida favorita de todas las mañanas, pues aunque no lo creas esto juega un papel crucial en el resultado.
De acuerdo con expertos cafeteros, la temperatura del agua con la que preparas tu café influirá en el sabor final de tu bebida, es decir, si queda amargo, agrio o sin sabor.
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“El café está compuesto por varios componentes solubles que se extraen durante el proceso de infusión. Entre estos componentes, se encuentran los aceites esenciales, que aportan aroma y sabor, y los antioxidantes, que son beneficiosos para la salud. Además, también hay sustancias como la cafeína y los compuestos amargos”, señala el sitio especializado Café El Criollo.
Por esta razón, la temperatura del agua influirá directamente en cómo se extraen estos componentes. Es decir, si el agua está demasiado caliente, puede sobreextraer los compuestos amargos, resultando en un café con un sabor demasiado fuerte y amargo.
Mientras que si el agua está demasiado fría, puede subextraer el café, dando como resultado una bebida débil y con poco sabor.
¿Cuál es la temperatura adecuada para preparar café?
Debido a todo lo anterior, lo recomendable es evitar que el agua llegue al punto de ebullición, es decir, que hierva. Por ello, es que los expertos recomiendan que la temperatura oscile entre los 90 y los 96 grados Celsius.
Para estar seguro de la temperatura puedes hacer uso de un termómetro de cocina, o bien, una solución más sencilla es dejar que el agua llegue a ebullición y luego dejarla reposar durante un minuto antes de usarla para preparar tu café.
Lo anterior permite que la temperatura del agua disminuya a un rango adecuado para disfrutar de tu bebida favorita como se debe.
No obstante, es importante destacar que la temperatura adecuada puede variar dependiendo del tipo de café y de la preparación que estés utilizando. Por ejemplo, si estás preparando un espresso, que se hace rápidamente y bajo alta presión, puedes necesitar una temperatura un poco más alta.
En cambio, si estás preparando un café de filtro o un café de prensa francesa, una temperatura más baja puede ser adecuada.
Además, el tipo de café que estés utilizando también puede influir. Un café oscuro y tostado puede necesitar una temperatura de agua ligeramente menor que un café claro y suave.
Ya sabes cuál es la temperatura del agua para que tu café no quede amargo o agrio, así que tómalo en cuenta y prepáralo como todo un experto.
