El jamón es uno de los alimentos más importantes que comemos día con día y por ello te contamos cuál es la marca que casi nadie compra, pasó las pruebas y tiene el precio más bajo, de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Y es que la dependencia le realizó un análisis a 44 marcas, a las que les checó la calidad sanitaria, fécula, calorías, carbohidratos, la grasa, información al consumidor, humedad, proteína, tipo de carne y sodio.
El sodio "en buena parte proviene de la sal adicionada aunque también puede ser proporcionado por otros aditivos. Actualmente se usa en jamón cocido en altas concentraciones aunque su uso disminuye en productos que se denominan con un bajo contenido en sodio", se indicó en la revista del Consumidor.
¿Cuál es el jamón barato con más proteína y más barato? Esto dice Profeco
Una vez que se le realizaron todas las revisiones, la Profeco encontró que el jamón Alpino fue el que mayor cantidad de proteína presentó entre los de tipo económico y tiene las siguientes características:
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Alpino (jamón de pavo/ 400 gramos)
Este embutido aprobó todas sus revisiones, tiene el 4.62 por ciento de grasa, 11.9 por ciento de carbohidratos, así como 10.9 por ciento de proteína libre de grasa, el segundo que más presentó para un embutido de tipo económico.
Además el origen de la proteína es pavo y soya, así como por cada 100 gramos presenta 130 kilocalorías (kcal) en cuanto el aporte energético y 1.01 gramos de sodio. El origen de su proteína es pavo y soya.
Los jamones económicos "son los que menos proteína libre de grasa contienen mínimo un 10%. Junto con los jamones comerciales son los que más grasa tienen, hasta 10%. En cuanto al agua y soya igualan a los jamones comerciales y preferentes con un 76% y 2% respectivamente. Respecto a la fécula pueden contener lo mismo que un jamón comercial, es decir, máximo un 10%", se indicó en la Revista del Consumidor.
La Profeco te recomienda que tengas en cuenta los ingredientes de los que está hecho el jamón, porque hay algunos que podrían ser alérgenos, como el gluten, la leche o la soya.
