Las frituras son alimentos crujientes que se han vuelto parte del día a día de miles de personas en el mundo debido a que son accesibles y generan placer a los consumidores, pero en esta ocasión mencionaremos qué significa consumirlas diariamente, según la psicología.
De acuerdo con información proporcionada por la agencia de noticias EFE, que cita a un estudio coordinado por la Universidad de Zhejiang (China), el consumo frecuente de alimentos fritos está relacionado con un mayor riesgo de sufrir ansiedad y depresión.
Dicho estudio fue realizado en peces cebra expuestos a la acrilamida, una sustancia química que se crea de forma natural con la fritura de los alimentos con almidón.
El estudio reveló que los peces expuestos a la sustancia presentaron un deterioro en la capacidad de exploración de nuevos tanques y objetos.
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Además, la sociabilidad de los peces adultos se vio afectada de tal manera que mostraban comportamientos similares a la ansiedad y la depresión, alterando incluso sus preferencias hacia lugares con poca luz u oscuridad (escototaxis).
En ese sentido, es importante mencionar que cada persona es diferente y se debe tratar de manera individual, pero en general comer frituras todos los días puede significar una mala gestión emocional.
¿Cómo saber si eres un comedor compulsivo?
Las personas con una mala gestión emocional pueden convertirse en comedores compulsivos, no sólo de frituras sino también de otros alimentos que les causen la sensación de calma y satisfacción.
Por lo anterior, es importante identificar las señales que pueden ser las siguientes:
- El hambre aparece en forma de urgencia y debe saciarse al instante.
- Comer sin hambre y/o sintiéndose lleno
- Comer sólo por aburrimiento, cansancio o soledad
- Ingerir cantidades exageradas de comida de forma impulsiva
- Falta de control sobre la cantidad de comida y la forma de comer
- Sentimientos de culpa, arrepentimiento, tristeza o vergüenza
- Comer sólo o a escondidas.
- Intensa preocupación por el cuerpo, el peso y la imagen.
- Comer más rápido que la mayoría de personas.
- Estar a dieta una y otra vez.
En caso de tener dudas sobre los riesgos de consumir frituras de manera frecuente, es importante acudir con especialistas en pscología y nutrición para mejorar la relación con la comida.