En la carne, frutas y verduras que consumes no sólo hay proteínas que benefician tu salud, sino también microplásticos capaces de afectar los órganos y funciones del cuerpo. Y a todo esto ¿cuáles son las frutas y verduras con más microplásticos? Esto dicen expertos.
En un estudio analizaron proteínas animales y vegetales. Los resultados publicados en febrero de 2024 en Environmental Research -y citados por CNN- indican que el 90 por ciento de las muestras dieron positivo a microplásticos.
Y las frutas no son la excepción, así lo demuestra otro estudio de 2021. Especialistas señalan que las frutas y verduras son capaces de absorber microplásticos mediante sus sistemas radiculares y después los transfieren a sus tallos, hojas, semillas y frutos.
¿Qué son los microplásticos?
Después del calentamiento global hay otro problema ambiental y se trata de la contaminación por microplásticos, los cuales son fragmentos de polímero que miden entre 5 milímetros y un micrómetro.
Esta contaminación se debe a varios factores, como la acumulación de plástico en el suelo a través de envases, plantas de tratamiento de aguas residuales y los productos de uso diario, entre otros.
También el uso excesivo de productos plásticos desechables es una causa de la contaminación de fragmentos de polímero.
Frutas y verduras: ¿Cuáles contienen más microplásticos?
De acuerdo con el estudio de 2024, la manzana es la fruta con más microplásticos, en tanto la zanahoria es el vegetal más contaminado.
Otros alimentos con un alto porcentaje de microplásticos son los siguientes:
- Camarones empanizados
- Nuggets vegetales
- Nuggets de pollo
- Barritas de abadejo
- Camarón blanco del Golfo
- Camarón rosado fresco de Key West
- Barrita de “pescado” vegetal
- Sal rosa gruesa del Himalaya
Investigadores de la Universidad McGill de Quebec, Canadá, indicaron que las bolsitas de té también desprenden alrededor de 11 mil 600 millones de micoplásticos.
¿Cómo afectan los microplásticos en la salud?
Los microplásticos son capaces de invadir las células y tejidos, además depositan sustancias en el sistema endócrino, como bisfenoles, ftalatos, retardantes de llama, sustancias perfluoradas y polifluoradas (PFAS) y metales pesados.
“Esas sustancias químicas pueden llegar al hígado, los riñones y el cerebro, e incluso atravesar la placenta y acabar en el feto”, dijo Sherri “Sam” Mason, directora de sostenibilidad de Penn State Behrend en Erie, Pensilvania, en una entrevista para CNN.