Uno de los postres favoritos de la mayoría de las personas, sobre todo porque resulta super fácil de hacer y es muy versátil, sin duda alguna es la gelatina, por eso ahora te compartiremos algunos trucos para que quede firme y perfecta, y la disfrutes como más te guste.
Y es que aunque no requiere mucha ciencia hacerla, a veces puede salir mal, y uno de los problemas más comunes es que, después de refrigerarla, la gelatina no cuaja correctamente y queda aguada.
¿Qué hacer si la gelatina queda aguada y cómo arreglarlo?
Como mencionamos, a veces puedes equivocarte en algunos pasos y arruinar la gelatina, aunque a continuación te diremos algunos trucos para “salvarla” si es que te ha pasado alguna vez.
Los expertos señalan que cuando la gelatina no cuaja o queda aguada, es porque no se ha disuelto adecuadamente, por lo que si esto te ocurre, lo que debes hacer es recalentar la mezcla.
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Lo primero que debes hacer es verter la gelatina aguada en una olla y calentarla a fuego lento, removiendo constantemente para evitar que se queme. El objetivo es que los gránulos de gelatina se disuelvan completamente, ya que pueden haberse asentado en el fondo sin activarse del todo.
Una vez que la mezcla esté caliente, agrega más grenetina sin sabor. La cantidad dependerá de cuánta gelatina estés rehaciendo, aunque lo recomendable es que por cada taza de líquido, puedes añadir entre media y una cucharadita adicional de grenetina.
El tip es disolverla en un poco de agua fría antes de añadirla a la mezcla caliente, para evitar grumos.
Una vez que hayas hecho esto, retira la gelatina del fuego y deja que enfríe un poco antes de volver a verterla en el molde. Refrigera la mezcla por unas horas, y ahora sí, debería cuajar correctamente.