Los antibióticos ayudan a eliminar agentes patógenos del cuerpo humano, siempre y cuando, su uso sea recomendado por especialistas y sea en las dosis sugeridas. A continuación te decimos qué tipo de antibióticos están relacionados con infecciones por la bacteria Clostridium Difficile; además de cuáles son los síntomas.
En primer lugar, la bacteria Clostridium Difficile causa una infección en el intestino grueso de las personas, aunado a otros padecimientos como diarrea o colitis. En los Estados Unidos, hasta 500 mil personas se infectan con esta bacteria cada año, según datos de la Biblioteca Nacional de Medicina.
¿Qué antibióticos están relacionados a la bacteria Clostridium Difficile?
Uno de los factores de riesgo para contraer la bacteria Clostridium Difficile es el consumo de ciertos antibióticos, de acuerdo con Mayo Clinic. Es importante precisar que los antibióticos no causan la infección por si mismos, sino que acaban con bacterias benéficas del intestino grueso y el organismo queda a expensas de agentes patógenos.
Medicamentos que están ligados a la bacteria Clostridium Difficile*:
- Clindamicina.
- Cefalosporinas.
- Penicilinas.
- Flouroquinolones.
*Según Mayo Clinic
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Cuando una persona se encuentra susceptible o con las 'defensas bajas', también puede contraer esta bacteria en los centros de salud, hospitales o asilos de personas adultas mayores, sobre todo cuando agarran mobiliario como: barandillas, mesas de noche, inodoros, lavabos, estetoscopios, termómetros, teléfonos y mandos a distancia.
Los factores de riesgo incluyen la edad y enfermedades o infecciones previas, desde aquellas que causan inflamación intestinal, enfermedad renal crónica o intervenciones quirúrgicas en el área estomacal. Las personas adultas mayores tienen un riesgo 10 veces mayor a contraer esta bacteria.
¿Cuáles son los síntomas de infección por Clostridium Difficile?
- Diarrea acuosa (hasta tres veces al día).
- Calambres en el vientre.
- Frecuencia cardiaca acelerada.
- Pérdida de líquidos.
- Fiebre.
- Náuseas.
- Insuficiencia renal.
- Pérdida de apetito.
- Abdomen hinchado.
- Pérdida de peso.
- Sangre o pus en las heces.
A los primeros síntomas, las personas deben acudir con un médico o especialista, con la finalidad de evitar consecuencias más severas: desde deshidratación, insuficiencia renal (en los casos más severos y sin recibir atención médica oportuna), orificios en el intestino grueso y hasta la muerte.
Para prevenir el arribo de bacterias malignas al intestino u otros órganos del cuerpo, basta con una simple medida de prevención: lavarse las manos, tal como ocurre con el COVID-19, de acuerdo con Mayo Clinic. Los especialistas también recomiendan hacer limpieza a fondo de todos los espacios del hogar.