Los limones son muy importantes dentro de la gastronómica mexicana, ya que se usan para aderezar una gran variedad de platillos desde tacos, tostadas y hasta caldos. Para que puedas cultivas los tuyos, te compartimos el truco de los expertos para enraizar un árbol de limón en maceta para que crezca fuerte.
En la actualidad muchas personas buscan tener sus propios huertos urbanos en casa, ya que buscan cultivar sus frutas y verduras en casa. Sin embargo, algunas especies pueden ser más difíciles de cuidar, como ocurre con los árboles frutales.
¿Cómo puedo plantar un árbol de limón?
Si quieres plantar tu propio árbol de limón, lo único que necesitas es tener unas cuantas semillas obtenidas del interior de esta fruta. Sólo necesitas colocarlas en un papel húmedo y cubrirlas con otro en las mismas condiciones.
El secreto para que la semilla germine es mantenerlo húmedo por lo que tendrás que revisarlo de forma continua y añadir un poco de agua cuando sea necesario.
Te podría interesar
Cuando notes que las semillas ya germinaron, deberás transportarlas a un pequeño envase que deberá tener un agujero en el fondo para que circule el agua. El punto es que puedas rellenarlo con tierra y colocar en él este brote. Una vez que las semillas comiencen a salir por el agujero será tiempo de trasplantarlas a una maceta.
¿Cómo enraizar un árbol de limón en maceta para que crezca fuerte?
Lo primero que debes hacer para enraizar un árbol de limón en una maceta es asegurarte de que esta tenga al menos 45 centímetros de diámetro y que tenga orificios de drenaje. Una de las mejores opciones son las macetas de terracota o barro, ya que son porosas y permiten que el árbol respire mejor y el agua se evapore más rápidamente.
Una vez que has elegido la maceta perfecta, debes preparar la tierra que puede ser una especialmente diseñada para cítricos o plantas que prefieren un pH ácido y hacer un hueco en el medio. Luego toma la semilla germinada y remueve con cuidado el papel para luego colocarla en el hoyo que previamente preparaste y cubre los alrededores de la planta con tierra hidratada.
Cuando hayas terminado este proceso, debes colocar la maceta a la luz directa del sol por lo menos cinco horas al día, por lo que deberás colocar la maceta en el que reciba luz de forma continúa y regarlo sólo una vez por semana, aumentando la frecuencia en la temporada de calor.