La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó un estudio de calidad en el que analizó distintas marcas de papas fritas que se venden en el mercado nacional, por lo que en esta ocasión mencionaremos qué tan buenas son las de la rosticería Santo Gallo, que pertenece a La Esperanza.
La Esperanza es una cadena de panaderías que se puede encontrar en distintos puntos de la República Mexicana, la cual vende una amplia variedad de piezas de pan, pasteles y biscochos.
Pero eso no es todo, pues las panaderías de la cadena cuentan con otro negocio llamado Santo Gallo, una rosticería donde se pueden comprar pollos rostizados, salchichas, purés, arroz, salsas y papas.
¿Qué tan buenas son las papas Santo Gallo?
Las papas de la marca Santo Gallo, de acuerdo con información de Profeco, cumplen con la información que proporcionan a las y los consumidores en el país. Sin embargo, estas se encuentran a la mitad de las tablas del detector de grasas saturadas y sodio.
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Según los datos compartidos en la Revista del Consumidor correspondiente al mes de febrero del 2021, estas papas fritas tienen 32.29 por ciento grasa, 11 por ciento de grasas saturadas y 46.84 por ciento de carbohidratos.
Además, Profeco apunta que las papas contienen 324 miligramos de sodio y 505 kilocalorías por cada 100 gramos del producto.
De acuerdo con información de Profeco, las papas fritas son una botana de fácil acceso, cuyo consumo en exceso puede ser un factor de riesgo para la salud.
En ese sentido, apuntan que el exceso de sodio y grasas pueden provocar distintas enfermedades como retención de líquidos, función inadecuada de los riñones, hipertensión e incluso enfermedades cardiovasculares.
Por ello, Profeco recomienda moderar el consumo de papas fritas sin importar que sean de la marca Santo Gallo u otras que se venden en el mercado nacional.