Amamos usar utensilios y contenedores de plástico para guardar los alimentos, ya que nos ayudan a mantener todo en orden en la alacena o el refrigerador. Pero ¿y si te dijera que no todos los alimentos son adecuados para conservar de esta manera? Lo sé, suena a una tragedia, especialmente si eres fan de reciclar ciertos envases porque es práctico y ahorra dinero.
Sin embargo, a veces lo que ahorras puede terminar gastándose en el médico. No es que sea una mala práctica, pero es mejor tener en cuenta que no toda la comida es adecuada para ser guardada en envases de plástico.
Existen alternativas para ciertos alimentos, así que no te preocupes. No es el fin, solo una manera de proteger tu salud.
Una lista de alimentos que es mejor NO guardar en recipientes de plástico
Si contabas con envases de plástico para algún alimento que mencionemos, no te preocupes. Existen otras maneras, como los envases de vidrio, que solo requieren un poco más de atención y cuidado por tu salud y la de tu familia.
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- Leche: Puede estar por un momento en un vaso de plástico, pero no se recomienda almacenar la leche por mucho tiempo en estos envases. En ellos pueden proliferar las bacterias. Es mejor conservar la leche en envases de esmalte o cristal.
- Carne procesada: Al ser preparada en un guiso, el plástico puede cambiar su sabor, haciéndolo menos apetitoso.
- Huevo crudo: Aquí hay que poner especial atención. Puede contaminarse de bacterias como la salmonella, y el plástico solo logra que estas proliferen mejor.
¿Cómo guardar de la forma correcta los alimentos en contenedores de plástico?
Para que te sientas tranquila, puedes tomar en cuenta los siguientes consejos para que uses todo el potencial de los utensilios de plástico:
- Verifica el número de reciclaje: Los contenedores con los números 2, 4 y 5 son generalmente seguros para almacenar alimentos. Estos números indican que el plástico es menos propenso a liberar químicos en los alimentos.
- Hermeticidad: Opta por contenedores con tapas herméticas para evitar la entrada de aire y la proliferación de bacterias.
- Tamaño adecuado: Utiliza contenedores que sean del tamaño exacto de la porción que deseas almacenar. Esto ayuda a reducir el contacto del alimento con el aire y prolonga su frescura.
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Temperatura adecuada: Guarda los alimentos en el refrigerador o congelador según sea necesario. Cada alimento tiene una temperatura óptima de conservación.
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Organización: Etiqueta los contenedores con el nombre del alimento y la fecha de almacenamiento. Esto te ayudará a mantener tu refrigerador organizado y a evitar el desperdicio de comida.
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Evita el contacto directo con alimentos ácidos: Los alimentos ácidos, como los tomates o los cítricos, pueden reaccionar con ciertos tipos de plástico. Es recomendable transferir estos alimentos a recipientes de vidrio o cerámica.