La gastritis es un padecimiento que sufren 50 millones de mexicanos, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), por ello, te diremos algunas alternativas para que consumas durante tus desayunos.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, la gastritis puede presentarse por el consumo de gran cantidad de medicamentos, alimentos con picante, condimentos, irritantes, grasa y grasas saturadas, o es secundaria a enfermedades autoinmunes que afectan las articulaciones, como la artritis, debido a que los fármacos antiinflamatorios reducen la mucosa del estómago.
Quienes padecen esta enfermedad presentan dolor abdominal, acidez, náuseas, dolor estomacal al comer o cuando tienen hambre; problemas de digestión, eructos o flatulencias; sensación de haber comido mucho con poco alimento, falta de apetito e inflamación del estómago, por mencionar algunos.
Para evitar que la gastritis arruine tu día, el consumir proteínas bajas en grasas, semillas, todas las variedades de verduras siempre y cuando estén cocidas, cereales y derivados, frutas como manzana, pera, papaya, ciruela, por mencionar algunas, así productos lácteos descremados pueden ser una gran alternativa.
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Según la Academia Española de Nutrición y Dietética, el arroz, la pasta, las papas y pan pueden incluirse en la dieta sin problemas. En cuanto a las proteínas, señalan que es preferible ingerir carnes blancas durante el desayuno utilizando aceite de oliva con moderación, pero también huevo, de preferencia cocido.
Bacteria provoca gastritis
El pasado mes de mayo, la Secretaría de Salud dio a conocer que la bacteria Helicobacter pylori es causante de la mayoría de los casos de gastritis en México, al estar presente en ocho de cada 10 pacientes.
La dependencia señaló que un estudio realizado por un especialista del Servicio de Gastroenterología del Hospital Juárez de México arrojó que este padecimiento también se ha adquirido por consumir algún alimento contaminado con materia fecal.
En la población infantil, 40 por ciento de los casos de gastritis es consecuencia del consumo de productos ultraprocesados. No obstante, con la modificación hacia hábitos saludables de alimentación se logra una importante mejoría; en cambio, en las personas adultas el control es más complejo.