Para las personas que son intolerantes a la lactosa suele ser complicado hacer platillos clásicos cremosos ya que para la mayoría se necesitan leche o queso; sin embargo, el caso de esta crema de calabaza es diferente porque la receta no incluye lácteo alguno.
La intolerancia a la lactosa es cuando el organismo no logra digerir el azúcar de la leche. De acuerdo a Mayo Clinic, esto provoca síntomas como hinchazón, cólicos, flatulencias, nauseas, vómitos y diarrea en el peor de los casos, por ello es mejor que las personas con este diagnóstico eviten productos con dicho elemento.
Si es tu caso y quieres hacer una deliciosa crema de calabaza, esta receta de la nutrióloga Alejandra Vera es la ideal, pues no se necesita de leche para realizarla y que quede igual que la tradicional.
Pese a que podría creerse que los intolerantes a la lactosa no pueden disfrutar de platillos con leche, actualmente hay productos en el mercado con los que se puede reemplazar fácilmente, como es el caso de las bebidas de almendra o coco, que es uno de los componentes principales de esta receta.
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Ingredientes para hacer una crema de calabaza sin lácteos:
- 3 a 4 calabazas
- 2 tazas de agua
- 1 taza de bebida (leche) de coco o almendras sin azúcar
- 1 pieza de ajo
- 1 trozo de cebolla
- 1 pizca de sal.
Paso a paso para hacer la crema de calabaza para intolerantes a la lactosa
Para esta receta es necesario contar con una cacerola, licuadora, tabla para cortar y un cuchillo.
1. Corta las calabazas y ponlas a hervir en una cacerola;
2. Cuando estén listas, llévalas a la licuadora y agrega el resto de los ingredientes. Lo recomendable es que las tazas de agua sea de la misma donde hirvieron las calabazas;
3. Licua todo hasta que quede una mezcla homogénea;
4. Vierte la mezcla en la cacerola caliente;
5. Tu crema de calabaza estará lista cuando comience a hervir.
Gracias a la consistencia que le aporta la bebida de coco o almendras, además de tener un sabor similar a la leche, no notarás la diferencia entre esta crema y una tradicional.
Además de ser una fácil alternativa para los intolerantes a la lactosa o los veganos, la llamada leche de almendras o de coco contiene proteínas y vitaminas como la A, D y E, omega, zinc, calcio y hierro, según el sitio Mejor con Salud.
De esta forma, no sólo evitarás los molestos síntomas que provocan los lácteos, sino que aportarás nutrientes a tu organismo.