La carne es un gusto que tenemos la mayoría, y si has pensado que quizá sea el momento de reducir su consumo, puede que al inicio te pese la idea. También es posible que creas que solo se puede comer frutas y verduras, lo cual es una mentira, pues existen más que solo las opciones de comer siempre ensalada.
Estamos hablando específicamente del mundo de las setas, pues gracias a su versatilidad, rico sabor y esa textura que simula muy bien lo que sería comer carne, es una grandiosa opción para empezar por este nuevo camino.
Cómo cocinar las setas: te contamos el truco para hacerlas riquísimas
Las setas puede prepararse de diversas maneras, digamos que, por ejemplo, se deshebra, cortamos alguna verdura como cebolla y ajo para tener sabor, lo freímos, ponemos las setas que se han deshebrado y mezclamos muy bien. Y así de fácil ya podemos comer setas.
Podemos aderezar con lo que nos topemos o incluso colocar más verduras de nuestro gusto para completarlo más.
Ante esto cabe decir que no todas las setas que nos encontremos son comestibles y existe una lista específica:
- Champiñones (Agaricus bisporus)
- Níscalo (Lactarius deliciosus)
- Boletus edulis o cep
- Colmenillas o morilla (Morchella esculenta)
- Shiitake (Lentrius edades)
- Angula de campo o camagroc (Cantharellus lutescens)
- Trompeta de los muertos (Craterellus cornucopioides)
- Champiñón Portobello (Agaricus brunnescens)
- Llanega negra (Hygrophorus latitabundus)
- Enoki (Flammulina velutipes)
Beneficios de comer setas en nuestra dieta
El no comer diariamente carne puede traer una gran diferencia en nuestra salud, además de que las setas traen consigo beneficios de igual manera.
OCU, una organización de consumidores que defiende los derechos del consumidor, explica que las setas son casi un 90% agua, el resto son proteínas (entre un 2% y 6%) hidratos de carbono (entre un 3% y 4%) y una mínima cantidad de grasa (menos de un 1%).
Además de que agregan que las setas cuentan con vitaminas de los grupos A, B y D.