Si tienes plantas en casa, debes saber que estas suelen ser propensas a algunas plagas, una de ellas es la que aparece en forma de moho blanco. Pero no te preocupes, te contamos cómo preparar un fungicida casero con sólo 3 ingredientes para eliminarla.
Esta temporada de calor es ideal para muchas plantas tropicales, ya que pueden aprovechar lo mejor del sol y el agua para crecer. Peor estas condiciones también pueden ser aprovechadas por las plagas, entre ellas, el hongo blanco que se alimenta de las plantas muertas.
Aunque este es inofensivo, sí puede abrir la puerta a la Sclerotinia sclerotiorum, un hongo que actúa como un parásito absorbiendo los nutrientes de la planta hasta matarla y cuando lo logra sigue alimentándose del tejido muerto de su huésped hasta eliminarlo por completo. Lo peor es que puede sobrevivir hasta por 10 años.
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¿Cómo eliminar el moho blanco de mis plantas?
Lo primero que debes hacer es apartar la planta afectada para no contaminar las demás y una vez que lo hayas hecho, deberás aplicar este fungicida casero para el que sólo necesitas:
- Bicarbonato de sodio
- Jabón neutro
- Agua
Lo único que tienes que haces es mezclar una cucharada de bicarbonato de sodio con una cucharada de jabón neutro en un litro de agua.
Una vez que hayas incorporado muy bien los ingredientes tendrás que ponerlas en una botella con vaporizador y rociar las hojas, el tallo y las raíces de la planta afectada para intentar eliminar el hongo por completo.
Este fungicida ayudará a tu planta, debido a que el bicarbonato tiene un pH natural en torno a 8, es decir, un pH alcalino, lo que actúa como veneno para los hongos. También puedes utilizar aceite de Neem, ajo, vinagre o canela.
Para deshacerte de esta plaga es muy importante trasplantar en una nueva maceta y eliminar todo el sustrato que pudiera estar contaminado. Antes de trasplantar, asegúrate de enjuagar bien las raíces y limpiar el moho de las hojas en profundidad.
¿Cómo prevenir el moho blanco en mis plantas?
Para que esta plaga no vuelva a parecer en tus plantas, sólo tienes espaciar los riegos y dejar que tu planta se seque ligeramente entre cada uno de ellos, ventilar el espacio donde están tus macetas y elegir un sustrato de calidad.
También es importante que elimines los restos y las hojas muertas, propiciar que tus plantas tengan una buena iluminación y cambiar la tierra con regularidad, aproximadamente cada 15 meses luego de haber sido abierta a fin de conservar todas sus propiedades y evitar que hongos y parásitos puedan contaminar la tierra.