Los bonsái son uno de los tipos más admirados por tratarse de pequeños árboles que caben en macetas, pero su inusual tamaño viene acompañado de un cuidado muy meticuloso para que no crezcan de más ni se mueran rápido.
Cultivar árboles en macetas, como lo es la tradición de los bonsái, es una actividad que los japoneses han perfeccionado desde hace más de mil años, según Bonsai Empire, y no es un tarea fácil, pero esto no detuvo su difusión por todo el mundo y que en la actualidad sea algo que se practica en cualquier cultura.
Si quieres adquirir un bonsái por primera vez, toma en cuenta las siguientes recomendaciones:
1. Elige conscientemente tu bonsái
Lo primero es saber qué tipo de árbol deberías comprar, que dependerá de tu estilo de vida, hogar y el tiempo que le puedas dedicar, pues dependiendo de la especie, el nivel de dificultad de su cuidado puede aumentar o disminuir.
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La especie ficus -o laurel de la India-, según Mundo Bonsái, es uno de los más fáciles de mantener ya que son de interior, crecen rápido y toleran bien el momento de podarlos.
Debes tomar en cuenta que este tipo de bonsái necesita de calor, así que si lo mantienes dentro de casa, siempre le debe de dar la luz del sol, lo recomendable es que esté cerca de una ventana. Si prefieres mantenerlo en el exterior, no será problema porque ese es su ambiente preferido.
Si es tu primera vez cuidado de un bonsái, el ficus es ideal debido a que se adapta a las condiciones en las que esté, sólo debes tener cuidado con el riego; si notas que el estrato donde lo colocaste está muy seco, es momento de echarle agua.
Schefflera es otro tipo de árbol con el que podrías iniciar ya que es muy resistente y necesita el cuidado de cualquier planta: tener momentos de luz de sol; regado moderado, que no se encharque y toleran bien las podas de raíces y ramas, según Bonsai Urbano.
La portulacaria afra también es de fácil cuidado y uno de los mejores bonsái si es tu primera vez cuidando de uno. Entre sus características resalta que necesita poca agua, resiste bien los climas calurosos, inclusive es mejor mantenerlo en un espacio con mucha iluminación, y resiste muy bien a cualquier tipo de poda.
2. Ten cuidado del riego
Como con cualquier planta o árbol, el riego es esencial, pero con los bonsái se debe tener especial cuidado con no llenarlos de agua, pues la mayoría son de riego moderado.
El bonsái se riega cada que el estrato esté seco o muy poco húmedo y no toleran el agua encharcada, de acuerdo a información de Keruen. Nunca los riegues demás, sólo necesitan que su tierra esté húmeda.
3. Colócalo en un espacio iluminado
Dependerá de cada tipo de árbol la luz que necesiten para estar sanos, pero, en su mayoría, los bonsái sí necesitan estar expuestos a la luz del sol por unas horas al día.
Lo ideal es que, si lo mantendrás dentro de tu hogar, tenga cerca una ventana, así podrá recibir lo necesario de luz.
Hay bonsáis más resistentes al calor y puedes colocarlos en el exterior, pero para ello tienes que conocer bien los tipos de cuidado de su especie.
4. Poda tu bonsái con cuidado
Podar de estos árboles es una de las actividades por las que mantienen su tamaño, así que es algo que se debe de hacer con atención y las técnicas correctas.
Lo principal de la poda de los bonsái, según Mistral Bonsái, es hacer que las ramas de estos árboles tengan cierto sentido para que se mantenga su forma.
Hay quienes les cortan hojas, brotes y raíces, así como guían su crecimiento con el alambrado, pero no todas las especies toleran mucha manipulación, así que es necesario conocer qué tan resiste es cada especie para no causar que se mueran por podarlos.
Con estas recomendaciones la tarea de cuidar tu primer bonsái no te será muy complicada y lo mantendrás en su diminuto tamaño y con buena salud.