Ya te contamos sobre el truco que puedes realizar con el microondas para desinfectar un trapo de cocina, así como para quitarle la mayor parte de bacterias y que siga en operaciones.
Ahora te mencionaremos cómo le debes hacer en caso de que desees que ese y otros trapos queden con un olor fresco, no con aroma a humedad.
Sabemos que los paños son muy útiles al momento de que realizamos tareas de limpieza. En ese sentido, se recomienda tener para diferentes labores:
- Un trapo para el baño
- Otro trapo para la cocina
- Un trapo más para remover el polvo de los muebles
- Otro trapo para la limpieza de los espejos y vidrios
- El trapo destinado a limpiar los residuos de la estufa
- Un trapo dedicado a la limpieza de los zapatos, etcétera
Es necesario que cada una de las telas tenga un color específico para que puedas identificarlas de forma correcta, pues seguro no te gustará mezclar la que usas en el baño con la que ocupas para limpiar la mesa tras la comida.
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¿Cómo quitar el mal olor de un paño?
Es muy fácil despegar los aromas desagradables de una tela: puedes lavarla con vinagre blanco para deshacerte de olores fétidos y de bacterias.
Pero si ni con ese método logras que desaparezca la esencia a humedad, tendrás qué tomar nota de una mezcla potente para hacer frente al problema.
¿Cómo quitar el olor a humedad de los trapos?
Si no puedes solucionar el problema de la humedad lo mejor será que tires el paño; pero si es nuevo o piensas que está en buenas condiciones, reúne los siguientes materiales:
- Una cucharada de pasta dental blanca
- Dos cucharadas de bicarbonato de sodio
- Una cucharada de sal gruesa
- Una taza de vinagre blanco
- Un recipiente hondo
El primer paso consiste en mezclar todos los ingredientes referidos en el bowl, para dejar reposar por al menos 30 minutos.
Luego procede a tallar.
Enjuaga con agua y coloca el trapo dentro de un recipiente que tenga agua mezclada con detergente líquido.
Dale una nueva tallada y después enjuaga con agua limpia para retirar el exceso de espuma.
Al final pon a secar al exterior, de preferencia ante el Sol. Cuando los trapos se sequen, verás que han perdido el olor a humedad y ahora estarán más relucientes que nunca. ¡Podrás usarlos con toda confianza y seguridad!
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