Si has pensado en usar un collar de castigo para tu mascota, esto es para ti. A menudo, nos sentimos frustrados porque no hablamos el mismo idioma que nuestro querido perro, lo que dificulta señalar lo que está bien.
Sin embargo, debemos considerar cuidadosamente si es necesario recurrir a esa alternativa y las consecuencias que podría tener.
Aunque en ocasiones pueda parecer la única opción, tal vez nuestra mascota solo necesite más paciencia. El uso de un collar de castigo podría lastimar a nuestros perros, por lo que podría ser contraproducente.
Tipos de collares de castigo
Los collares de castigo no son todos iguales; existen diferentes tipos con distintas finalidades, que se adaptan mejor según el perro. El portal de ManoMano nos explica un poco sobre la variedad que existe:
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- Collares de adiestramiento.
- Collar de estrangulamiento: Debe colocarse de manera que no se cierre cuando el perro esté relajado.
- Collar de semiahogo: Simula la presión que ejerce una perra cuando agarra del cuello a sus cachorros, evitando un estrangulamiento total.
- Correa de lazo: Se utiliza para capturar animales.
- Collar torquatus o de púas: Aprieta alrededor del cuello, causando molestia o dolor. (Es importante mencionar que el uso de este tipo de collares sin protección se considera maltrato animal).
¿Es bueno o malo usar el collar de castigo?
El tipo de collar más conocido es el "collar de estrangulamiento". Aunque algunos apoyan su uso para enseñar a las mascotas a comportarse, también puede tener consecuencias a largo plazo en su salud.
FamilyDog, especialistas en adiestramiento canino, señala que puede tener efectos físicos y afectar su conducta, volviéndolo más desobediente.
Aunque los expertos pueden tener opiniones divergentes sobre su uso, lo mejor es consultarlo con nuestro veterinario. Él, al conocer mejor las necesidades de nuestra mascota, podrá recomendarnos algo más adecuado.