Quizá si lo decimos de esta manera pueda parecerte un poco extraño "ácido acetilsalicílico", pero si te digo Aspirina, suena como algo bastante conocido y usado para aliviar los dolores de cabeza. ¿Entonces, cómo es que este producto también puede ayudar como mascarilla? Esta práctica parece haber tomado algo de popularidad como una alternativa para el cuidado de nuestra piel.
¿Qué es el ácido acetilsalicílico?
Bayer Global, la compañía detrás, nos cuenta una interesante historia acerca de este ácido, explicando que esta tiene sus raíces cuando se descubrió que la corteza del árbol de sauce tiene propiedades medicinales que alivian dolencias como la fiebre.
Debido a esto se llevaron a cabo más investigaciones donde se encontró que la salicina era el activo principal responsable. No fue hasta 1897 cuando Hoffman descubrió un procedimiento para obtener el ácido acetilsalicílico.
Todo eso, en resumidas cuentas, antes de llegar llegar a lo que finalmente conocemos.
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Diferencias entre ácido acetilsalicílico y ácido salicílico
Es importante distinguir entre el ácido acetilsalicílico (aspirina) y el ácido salicílico, ya que aunque ambos derivan del ácido salicílico, tienen usos y propiedades diferentes.
“La Roche”, un laboratorio de dermatología español, aclara que el ácido salicílico se trata de un beta-hidroxiácido, lo cual significa que parte de su molécula separada es un elemento bastante soluble en aceite. Gracias a esto logra penetrar profundamente en la piel, ayudando a a eliminar manchas, verrugas, puntos negros y granos.
Mientras que el ácido acetilsalicílico es más usado como un medicamento analgesico mundialmente reconocido y recomendado para afecciones como dolor de cabeza. Sin embargo, “Per Purr”, una marca de belleza, señala los beneficios que puede traer usar la famosa aspira como una mascarilla:
- Eliminar células muertas del rostro.
- Combatir el acné.
- Disminuir manchas.
- Ayudar a eliminar impurezas.
- Tiene un efecto cicatrizante que ayuda a mejorar el aspecto de la piel.
Parece que ambos ácidos tienen propiedades parecidas para nuestra piel, aunque el ácido salicílico es más recomendado para tales prácticas De cualquier modo, si tienes dudas respecto a tu tipo de piel y los cuidados que debes de llevar, es aconsejable acudir con un dermatólogo.