En la Ciudad de México hay una gran variedad de cafeterías con distintas temáticas y en las que puedes degustar varios platillos. Si eres de las personas a las que les gusta probar cosas nuevas, así como los tamales y los croissants, entonces debes visitar el lugar en el que venden la “croijolota”.
Sí, así como leíste, un tamal dentro de un croissant. En Sofitel Café podrás encontrar esta pieza de origen francés con un toque mexicano.
El lugar se ubica sobre Paseo de la Reforma, a unos pasos del Ángel de la Independencia, y su horario es de 7:00 a 19:00 horas de lunes a domingo. No te preocupes si no estás hospedado en el hotel, puedes ingresar a la cafetería sin ningún problema.
El croissant está relleno de un tamal de mole y su precio es de 65 pesos. Por si fuera poco el pan tiene forma de hoja de maíz, con la que suelen envolver el alimento de origen precolombino.
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La cafetería ofrece otras especialidades de panadería francesa, dulces y saladas, y otras piezas de pastelería que cambian por temporada. Aunque este es el mes del tamal, por el Día de la Candelaria, así que te sugerimos que pruebes el “croijolota” creado por el chef Alexis Presche.
En este lugar también venden café, té y chocolate en distintas presentaciones. En la página del hotel Sofitel te ofrecen visitar su cafetería para disfrutar de una experiencia única de panadería francesa y café take-away, es decir para llevar.
Debes saber que este lugar se volvió viral, por lo que en caso de que decidas asistir puedes encontrar fila para comprar el “croijolota”. ¿Te animas?
¿Por qué se llama “croijolota” y qué tiene que ver con la torta de tamal?
La combinación del tamal dentro de un croissant recibe el nombre de “croijolota” por la famosa guajolota que se puede encontrar en casi todas las calles de la CDMX.
La guajolota es un tamal dentro de un bolillo, también conocida como torta de tamal. De acuerdo con el Diccionario Enciclopédico de la Gastronomía Mexicana este antojito mexicano suele comercializarse principalmente en las mañanas afuera de estaciones del Metro, paradas de autobús, jardines, parques y sitios concurridos.
Y es que los tamales y las guajolotas son el desayuno de varios trabajadores que salen temprano de sus casas a sus centros de trabajo, pero no les da tiempo de desayunar. Mientras que para otros es un antojo.
El historiador José N. Iturriaga de la Fuente explicó a Animal Gourmet que la guajolota se creó en Puebla y no en la CDMX. Asimismo, señaló que en ese estado no es una torta de tamal, sino que se trata de un pambazo relleno de enchiladas.
Aunque en la capital los ingredientes originales fueron sustituidos por un bolillo y un tamal. Lo que más se asemeja al platillo original son las tortas de chilaquiles, pero esa es otra historia.