La mortadela es uno de los embutidos consentidos de los mexicanos, ya que es muy barata y versátil. Pero existe una que recibió 'tachesote' de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) por estar hecha de pasta de pollo, mucha soya y almidón.
Debido a su popularidad para preparar sándwiches, botanas y hasta platillos fritos, la dependencia se dio a la tarea de analizar 14 marcas de mortadela a las que verificó su calidad sanitaria, tipo de carne con el que se elaboran, la cantidad de agua que contienen, así como su contenido de grasa, proteínas y grasas saturadas, aporte calórico e información al consumidor.
¿Cuál es la mortadela que recibió 'tachesote' de Profeco por sus ingredientes?
Tras un extenso análisis, la Profeco encontró que la mortadela de la marca Marietta no es veraz, ya que dice ser de pavo, pero en realidad esta hecha de pasta de pollo como primer ingrediente, por lo que recibió 'tachesote' de la dependencia.
Pero eso no es todo, ya que esta mortadela también contiene 3 por ciento de soya, 8.49 por ciento de fécula (almidón), 8.93 por ciento de grasa y 156 calorías por cada 100 gramos de producto.
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Además, presentó 9.43 por ciento de proteína y 68.9 por ciento de humedad, por lo que no cumplió con lo especificado por norma NMX-F-202-1971 en materia de mortadela. Por todo ello, la Profeco 'reprobó' este producto y le dio una calificación de "suficiente" en una escala de "deficiente" a "excelente".
¿De qué está hecha la mortadela?
De acuerdo con la Profeco, la mortadela es el producto alimenticio que se elabora con una mezcla de carne de res, cerdo y grasa de cerdo, salada, que ha sido sometida a un proceso de curado, molida, embutida, cocida y ahumada.
La mayoría de las marcas suelen elaborar esta embutido con base en pastas de carne, generalmente de pollo o pavo, y adicionan otros ingredientes no cárnicos como la soya y almidones para incrementar su volumen, maximizar el rendimiento y abaratar costos. También pueden tener sales de curado (nitritos), fosfatos, conservadores y frutos secos como el pistache.
La norma mexicana establece que la mortadela no debe tener menos de 14 por ciento de proteína y un máximo de 25 por ciento de grasa, y no más de 60 por ciento de agua.
