¿Quieres mantener tus zapatos de cuero protegidos de la lluvia y la suciedad? Debes saber que hay un truco simple y efectivo para el cual necesitarás un producto que encuentras en cualquier tiendita: una vela.
Este método es fácil de aplicar y también es ideal para todo tipo de calzado de cuero, desde zapatos de vestir hasta botas y zapatillas.
¿Cómo cuidar los zapatos del agua y la suciedad?
De acuerdo con el usuario de Instagram @elsneyderr, lo primero que debes hacer es frotar la vela directamente sobre el zapato de cuero.
Debes asegurarte de cubrir toda la superficie hasta que el calzado quede con una capa blanca y opaca de cera, esto creará la barrera protectora que buscamos.
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Una vez que hayas aplicado la cera, toma una secadora de pelo y ajústala a baja potencia. Aplica calor sobre la cera para derretirla ligeramente.
Con la cera derretida, utiliza un paño suave para esparcirla uniformemente por todo el zapato. Este paso no solo distribuye la cera de manera uniforme, sino que también le da un brillo al cuero, haciendo que el calzado luzca como nuevo. La cera endurecida actúa como una capa repelente al agua y la suciedad.
Este truco es útil durante temporadas de lluvia, ya que, al estar cubiertos de cera, tus zapatos repelerán el agua, que se deslizará sin dejar manchas ni humedad en el material.
Además de proteger del agua, la capa de cera ayuda a que la suciedad se adhiera menos al cuero. Así, cuando tus zapatos se ensucien, bastará con pasar un paño húmedo para dejarlos impecables.
¿Qué pasa si los zapatos de piel se mojan?
Cuando los zapatos de piel se mojan, el agua puede penetrar en el cuero y causar varios problemas. Y es que al secarse, el cuero pierde sus aceites naturales, lo que puede volverlo rígido y propenso a agrietarse o deformarse.
La exposición a la humedad también puede dañar el acabado del zapato, haciendo que pierda su color o brillo. Además, si los zapatos permanecen mojados durante mucho tiempo o se secan incorrectamente (como al exponerlos a calor directo), es posible que aparezca moho o manchas de agua.
Especialistas recomiendan que, para minimizar el daño, es recomendable secarlos a temperatura ambiente, rellenándolos con papel para que mantengan su forma, y luego aplicar productos hidratantes específicos para cuero.
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