Es muy poco probable que recuerdes el momento exacto en que decidiste cuál era tu color favorito. Muchos simplemente lo saben al verlo o al pensar en él, pero la razón por la que lo sabemos podría deberse a varios motivos. Aquí te lo explicamos.
Es importante aclarar que científicamente no existe una única respuesta para esta incógnita, ya que las preferencias de color son complejas y están influenciadas principalmente por varios factores. Sin embargo, el Dr. Christian Jarrett, un neurocientífico cognitivo y creador del blog Research Digest de la Sociedad Británica de Psicología, intenta explicarlo de una manera más sencilla.
Desde su conocimiento, subraya que uno de los motivos podría ser la supervivencia, relacionada con los ancestros de cada persona y basada en la seguridad y la salud.
“Entre los adultos, los tonos azulados tienden a ser más populares que los marrones y amarillos, lo que podría deberse a que el azul se asocia con el agua y el cielo despejado, mientras que los amarillos transmiten enfermedades, desechos humanos y descomposición”, destaca en un artículo de Science Focus de la BBC.
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Sin embargo, esto también se ve influenciado por otras razones, como la experiencia de cada persona, su cultura e incluso su reacción emocional ante objetos y símbolos de ciertos colores, como cuando tenemos un equipo deportivo favorito o una prenda preferida.
También existen segregaciones, como en la cultura occidental, donde se asocia el rosa con las niñas y el azul con los niños, lo que lleva a algunos a evitar ciertos colores a toda costa.
En realidad, esta incógnita no tiene una única respuesta, ya que la elección de un color preferido puede incluir los siguientes factores:
- Biología
- Cultura
- Experiencia personal
- Conocimiento empírico