Las polillas son un tipo de insecto muy parecido a la mariposa que no son peligrosas para los humanos, pero su presencia resulta un tanto molesta para las personas, por lo que si tu casa suele ser visitada por estos insectos, seguramente te interesará saber cómo eliminar los huevecillos que hacen plaga en la cocina.
Estos bichos se caracterizan por su color café o marrón claro, tienen alas y antenas, mismas que pueden anidar en nuestra ropa, en la comida y en la madera de puertas y muebles.
En el caso específico de las polillas de los alimentos –que son las que abundan en nuestra cocina- hay unas que son de la fruta seca, también conocida como la polilla de la harina, la cual es capaz de poner entre 60 y hasta 400 huevecillos.
De tal forma que tendrás que deshacerte lo más pronto posible de estos insectos para evitar su proliferación en tu hogar, para lo cual debes verificar que no hay huevecillos de esta especie, especialmente en las paredes y techos.
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¿Cómo eliminar los huevecillos de polillas?
Si ya verificaste cada rincón de tu casa y para tu desgracia te encontraste con la presencia de sus huevecillos, entonces es momento de que pongas manos a la obra para eliminarlos de una vez por todas.
Para ello, necesitas únicamente de un solo ingrediente que seguramente tienes en la cocina o que es fácil de conseguir en cualquier tiendita de la esquina.
Se trata de nada más y nada menos que de vinagre (puede ser blanco o de manzana), mismo que deberás mezclar en un recipiente con agua tibia y que te ayudará a deshacerte de los huevecillos de polillas.
Una vez que tengas esta mezcla lista deberás apoyarte de un trapo y limpiar las zonas donde hayas identificado los huevecillos ¡y listo!
Cabe señalar que también es importante eliminar los alimentos infectados pues estos también incentivan a la proliferación de dichos insectos.
Recuerda que estos insectos no son peligrosos y la creencia de que tienen la capacidad de dejar ciegas a las personas a quienes les cae en los ojos “el polvo” de sus alas es totalmente falso.
Las polillas no son venenosas y el “polvo” está formado por pequeñas escamas que se desprenden de sus alas y que, en caso de entrar en contacto con los ojos, en la mayoría de los casos, solo producirían irritación leve.