No importa si es en lavadora o a mano, el suavizante de telas es un producto muy utilizado en el hogar para enjuagar la ropa y dejarla con un aroma agradable, especialmente en casos donde las telas han estado expuestas a manchas y sudor.
Algunos suavizantes de telas también ayudan a reducir la estática y minimizar las arrugas en la ropa. Sin embargo, es importante tener en cuenta las razones por las cuales no se debería usar este producto.
1. Puede maltratar ciertos tipos de tela.
Según el portal Consumo Claro del Diario El País de España, el uso de suavizantes en prendas deportivas, especialmente aquellas hechas de fibras sintéticas como el poliéster, puede ser contraproducente.
Aunque mejoran la suavidad al tacto, estas fibras sintéticas tienden a absorber la humedad y el sudor, lo que puede dificultar su limpieza si se cubren con una capa de suavizante.
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Además, su uso en toallas puede perjudicar los materiales que ayudan a retener el agua, y un uso excesivo puede provocar la aparición de manchas.
2. No son buenos para el medio ambiente
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), las sustancias químicas presentes en estos productos se mezclan con la naturaleza, y además, los envases de plástico también generan residuos. Los suavizantes de telas suelen contener amonio cuaternario, una sustancia no biodegradable, lo cual ha sido resaltado por la organización Greenpeace.
3. No es necesario
En muchos casos, el uso de suavizante de telas no es necesario. Aunque en el pasado estos productos eran útiles para suavizar prendas lavadas con detergentes que dejaban la ropa más dura, actualmente los detergentes han evolucionado y ya incluyen componentes que dejan la ropa más suave.
Como alternativa más natural y amigable con el medio ambiente, se puede considerar el uso de vinagre blanco destilado o bolas de secado de lana como suavizantes de telas.