En un estudio que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó a diferentes marcas de jamón, descubrió cuáles son los peores y también encontró cuál es el producto hecho en México menos recomendable.
En su investigación, la institución a cargo de Ricardo Sheffield puso bajo la lupa a 44 marcas de jamón de las diferentes clasificaciones comerciales: económico, comercial, preferente, fino y extrafino.
De esas marcas, la Profeco encontró irregularidades en 10 de ellas; por ejemplo, omiten información al consumidor, están fuera de las Normas Oficiales Mexicanas, tiene menos producto del declarado o no contienen la cantidad de carne (cerdo o pavo) que aseguran.
Dichos productos son: Bafar, Duby, Galy, Lala Plenia, Parma, Sparta, Parma Campestre, Cuadritos, Parma Sabori y San Rafael, todos producidos en México, de acuerdo con la información presentada por la Procuraduría del Consumidor.
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Sin embargo, uno de los embutidos enlistados resultó ser peor que todos, ya que en realidad ni siquiera es jamón, reveló la institución dedicada a cuidar los derechos de los consumidores.
¿Cuál es el peor jamón mexicano, según Profeco?
La marca de jamón que resultó ser una farsante es Sparta Cocido; en su etiquetado asegura que está hecho de pavo y cerdo, pero también contiene pollo, por lo que no debería llamarse jamón.
"De acuerdo a su formulación, no debería usar la denominación jamón, ya que contiene pollo que no declara en ingredientes", explica la institución.
Cabe mencionar que la Procuraduría también puso el dedo sobre la marca Duby, ya que "se denomina jamón cocido de pavo, pero la totalidad de la carne utilizada no corresponde a muslo de pavo", que debería ser del 100%.
Si no quieres comer el peor jamón mexicano, mejor evita las marcas a las que Profeco les puso un gran tache, por no ser dicho embutido y no contener la carne que las NOM exigen.
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